El Comando Nacional Unitario (CNU), que reúne a las centrales de trabajadores y pensionados del país, consideró de “una peligrosidad muy grande ubicar en la picota pública al conjunto del movimiento sindical colombiano".
El secretario general de la Confederación General de Trabajadores (CGT) y portavoz del CNU, Julio Roberto Gómez, dijo en una conferencia con la prensa que es absurda e inaceptable la actitud que asumieron Uribe y el vicepresidente Francisco Santos al descalificar al sindicalismo del país.
Santos aseguró el pasado jueves que líderes de tres sindicatos que asistieron a un seminario político de izquierda en Quito habían firmado una declaración favorable a grupos terroristas, como las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La afirmación fue recogida el pasado sábado por Uribe, quien acusó a los organizadores del encuentro por “apología del terrorismo”, y a los sindicalistas colombianos por “terrorismo de verdad” y “terrorismo por acción".
“El sindicalismo ha sido claro en condenar categóricamente todo método violento de lucha”, replicó Gómez, quien se preguntó si Uribe le quiere pasar al movimiento obrero una factura de cobro por las dificultades que afronta en el Congreso de Washington el Tratado de Libre Comercio (TLC) de Colombia y Estados Unidos, y el debate que mantiene desde hace veinte años el ámbito de la OIT.
Además, el líder obrero advirtió de que la vehemencia de Uribe ante el movimiento sindical no es la misma que asumió para casos como el de las denuncias de implicación de empresas multinacionales con grupos paramilitares o las confesiones de ultraderechistas sobre asesinato de sindicalistas.
“Pero en esta ocasión estalla en un ataque de ira el señor presidente de la República, que está convocado como primer mandatario de la nación a ser el hombre más probo y más sereno en este tipo de situaciones”, prosiguió Gómez.
En la misma reunión, la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), a la que pertenecen los sindicatos cuestionados, rechazó de nuevo la actitud del gobierno contra el movimiento obrero y ratificó que los imputados nunca firmaron la declaración aludida.
El presidente de la CUT, Carlos Rodríguez, defendió que el sindicalismo de su país sea “civilista y democrático”, y criticó a Uribe por recurrir a un “belicoso lenguaje” que les “hace mucho daño” y que se vincula con la “intención malévola de sembrar cizaña".
“El gobierno se ensaña tendenciosamente con el sindicalismo asociándolo con la guerrilla”, dijo Rodríguez, cuya organización conforma el CNU junto a la CGT y las confederaciones de Trabajadores de Colombia (CTC) y de Pensionados de Colombia (CPC).
Agencias EDLP JPMM
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