En pleno debate entre la necesidad de la monarquía frente a la república, y bajo el foco de la exigencia de transparencia y nuevas medidas de control presupuestario en tiempos de crisis y desafección ciudadana, emergen las cuentas de las principales monarquías europeas.
Esto es lo que gastan, cómo lo gastan y la transparencia que ofrecen a los ciudadanos. La monarquía española es de las que dispone de un menor presupuesto anual en comparación con el resto de casas reales europeas: 7,8 millones de euros. Sin embargo, la transparencia todavía no ha iluminado por completo las cuentas de Zarzuela, y en esta suma no se incluyen gastos por viajes, seguridad, vehículos y mantenimiento de palacios, que son costeados por distintos ministerios (Exteriores, Defensa, Hacienda y Patrimonio Nacional, respectivamente), explica El País.
Las cuentas no están sometidas a auditorías externas, cosa que cambiaría con la entrada en vigor en 2015 de la ley de transparencia desarrollada por el Gobierno. Holanda y Reino Unido son las monarquías europeas con mayor gasto, 38 millones de euros anuales. En el caso de la primera, los monarcas no tributan por su sueldo, aunque sí por sus propiedades privadas. Reino Unido se caracteriza por una mayor transparencia en las cuentas monárquicas, que se publican con detalle, aportando el gasto realizado en calefacción, teléfono o incluso lavandería.
Las cuentas son auditadas por una comisión específica en la Cámara de los Comunes, y los miembros de la Familia Real pagan impuestos por sus sueldos. Noruega sostiene una monarquía con un coste de 24 millones de euros anuales, que incluyen todos los gastos oficiales, privados y de mantenimiento. Los miembros no pagan impuestos y las cuentas pasan por auditoría. Dinamarca y Suecia comparten un presupuesto similar para sus casas reales, que ronda los 13 millones de euros, en los que se incluyen todos los gastos de viajes y mantenimiento.
En el caso de Dinamarca, se establece un límite de gasto para los reyes de 1,34 millones al año, y los soberanos no pagan IVA, aunque sí el resto de impuestos sobre propiedades. En ambos países, los gastos de los monarcas están sometidos a auditorías. La monarquía de Bélgica tiene un coste estimado de casi 13 millones de euros, aunque no está incluido el presupuesto en viajes ni seguridad. Los sueldos de los monarcas no tributan impuestos.
Agencias Prensa AIP EEE PM RMP
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