domingo, 20 de enero de 2008

SUECIA...GASTÓN SE HA IDO

Desde tiempos ya lejanos y casi olvidados del exilio, nos venía sorprendiendo la perseverancia de esa voz sedosa, a la vez que viril, que con guitarra en mano nos acompañaba en el recuerdo, la fiesta, el acto combativo y hasta los funerales. Gastón Villamán, solo o acompañado por su amigo uruguayo Ricardo Collazo - el dúo Coirón - nos supo mezclar la nostalgia de lo autóctono nuestro con la canción de protesta, el llamado a la solidaridad y la consecuencia. Y ambos, también, nos fueron enseñando sobre la hermandad de los pueblos latinoamericanos.

Ahora Gastón ha emprendido el gran viaje, recordarlo es deber de los que saben reconocer los aportes a un mundo mejor.

En su canto es como la mayoría de los latinoamericanos lo conocimos. Poco se supo del artista múltiple, con sus ensayos poéticos que llegaron a ser publicados y sus menos conocidas arremetidas en la pintura. Había en Gastón un ansia creadora incontenible, con variedad de temas; incluso, como fuera una de sus últimas publicaciones, el rescate de la memoria transcribiendo el testimonio de un exilio lleno de éxitos y fracasos en Australia.

Desde que llegó a estos extremos del mundo se propuso denunciar.

Fuera su propósito o no, se fue transformando en ejemplo de continuidad en la lucha por retomar los senderos del humanismo verdadero en nuestro continente.

Jamás se pudo conformar con lo ocurrido a nuestro pueblo. Orgulloso de su identidad mapuche, sufrió doble, convirtiéndose en pesimista. Pero sin perder el deseo de reivindicar, incluso bromeando con su propio desencanto. Desde sus posiciones políticas pensó internacionalmente, su solidaridad se extendió al continente latinoamericano entero y a otras nacionalidades en esta olla de grillos multinacionales que Suecia ha llegado a ser. En ello no tuvo resquemores ideológicos ni religiosos, bastaba que nuestras propuestas apuntaran a la reivindicación de las minorías étnicas en un medio que él consideraba hostil.

Desde su cargo en la institución educacional “Vuxenskolan”, fue un pilar irreemplazable para apoyar las expresiones de las culturas minoritarias. Recurríamos a él constantemente y él nos recibía estimulando nuestros proyectos, entregándonos propuestas para mejorarlos y sacar lo mejor de la ayuda que esos organismos entregan. Ésa fue, de seguro, su mayor obra solidaria, muchas veces incomprendida.

Gastón nos faltará para incentivar la realización de nuestros proyectos, en los actos solidarios, en la discusión y la tertulia. Nos toca ahora, junto a los suyos, preservar su memoria.

Germán Perotti

Agencias VJS AIP JPMM
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1 comentario:

Horacio dijo...

Es una gran pena la partida de este compañero, alguien podria decirme donde adquirir los discos de este compañero, DE UN ROJO ENCENDIDO, y todo el material que hubo editado.
gracias desde Paraguay