El obispo de Rancagua se preguntó por qué un país que logró retornar a la democracia y sentar las bases para un crecimiento económico, no ha sido capaz de lograr que “los pobres tengan un mayor acceso a los bienes de consumo”."Confío en que las personas que tienen capacidad en la economía y en la conducción del país sean capaces de encontrar una solución para que la sociedad chilena sea mucho más equitativa, porque de lo contrario, si no logramos resolver esto, el conflicto social va a venir", afirmó en entrevista con Radio Cooperativa de Santiago.
El obispo de Rancagua admitió que le causó sorpresa la polémica surgida en el país luego de que en agosto- llamara a los empresarios a establecer un "sueldo ético" de 250 mil pesos contra los 144 mil pesos fijados como salario mínimo. Los grandes empresarios que en su gran mayoría profesan alguna creencia religiosa, se caracterizan por ser avaros, ambiciosos, egoistas e inhumanos, además de golpistas cuando sienten que sus intereses pueden estar amenazados.
En este sentido, explicó que no buscaba tal revuelo, pero a su juicio- éste se produjo, porque "la cifra interpretó, a mi modo de ver, a una inmensa mayoría de chilenos", aunque precisó que el guarismo tiene un valor simbólico.
"En ese momento hay cerca de un millón de nuestros compatriotas que no gana ni siquiera el mínimo", denunció al tiempo en que advirtió que ni siquiera él, que lleva una vida austera, podría vivir con esa cantidad.
Goic advirtió que si no se realiza un trabajo real para superar la desigualdad social, se puede producir un estallido social, porque "la gente es inteligente, siempre lo ha sido, pero hoy tienen mucho más conciencia".
Recordó que el llamado se produjo luego de facilitar las conversaciones entre los subcontratistas de Codelco y la empresa cuprífera, cuando "me puse a rezar y me llegó como en clave de fe, empecé a preguntarme porque en un país mayoritariamente cristiano, existen estas desigualdades, porque hay gente que vive con 120 mil pesos". Y no puedes ser de otra manera, pues el modelo económico vigente esta al servicio de los empresarios y las trasnacionales, generando grandes injusticias y desigualdades sociales.
"(Lo hice) Pensando en un Chile diferente, donde los pobres tengan un mayor acceso a los bienes de consumo", señaló, al tiempo en que se preguntó por qué no se logra más equidad, si se logró el retorno de la democracia y lograr un crecimiento económico estable. En este plano el obispo tiene mucha razón, un país, un gobierno y unos económistas que se jactan de los éxitos del neoliberalismo, en este plano, todavía no le dan una explicación a la mayoría de los chilenos, que despues de más de 34 años entre dictadura y Concertación, todavía Chile sigue formando parte de los países del Tercer Mundo, acaso no son muchos años para que aún se siga engañando a la mayoría del país y en especial a los sectores de menores ingresos ?
Tras ser facilitador del diálogo entre los subcontratistas de Codelco y la empresa cuprífera, Goic explicó que una de las causas de los conflictos laborales son los bajos salarios, por lo que "el sueldo mínimo debería ser transformado en un sueldo ético", de 250 mil pesos. La idea agregó- es "ponerme en el lugar del más necesitado, y preguntarme si yo podría vivir con mi esposa y mi hijo, con 120 mil pesos. Hay grandes empresas que ganan mucho, ¿cómo no hacer participar mejor a sus trabajadores, que son los que le ayudan a generar la riqueza para el país?". Mientras tanto solo el 18 % de los habitantes del país disfrutan de los beneficios del neoliberalismo, que es amparado y defendido por un sector de la Concertación y el pinochetismo representado por los golpistas de la UDI y RN.
La propuesta de Goic fue acogida, con matices, en todos los sectores. De hecho, la Presidenta Michelle Bachelet formó una comisión asesora presidencial para la equidad social, que hasta el momento no ha servido de nada, pues toda la política económica de los gobiernos de la Concertación ha estado al servicio del 18% más rico del país, de allí que es dificil que un pacto social o como se llame, pueda tener un efecto positivo, pues quienes controlan la económia y la riqueza nacional no están dispuesto a perder ni un solo peso o dólar y menos que vaya a favorecer a la clase trabajadora y los que sufren las iniquidades creadas por los ultraneoliberales del Gobierno y de la oligarquía económica y financiera del país.
No obstante, el planteamiento de la Iglesia también recibió críticas. La senadora pinochetista, Evelyn Matthei, hija de un militar cómplice de los crimenes que se cometieron bajo dictadura, aseguró -en agosto- que el obispo Goic "no tiene idea de economía y se está metiendo en cosas muy difíciles", a lo cual el presidente de la Conferencia Episcopal, le respondió que si bien no es economista, "en el contacto con la gente, percibo los dramas de los más pobres", cuestión de la cual por cierto no tiene idea la Matthei.
Agencias LN AIP JPMM
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