En la tarde de ayer nuevamente fueron trasladados hasta la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Angol, la activista de los pueblos originarios Patricia Troncoso y el comunero Héctor Llaitul quienes se mantienen en huelga de hambre desde el 10 de octubre pasado.
Según informó Roberto Troncoso, padre la mujer, ambos ayunantes se encuentran "muy complicados, pero después de estabilizarlos los mandan de vuelta al penal" y agregó que ayer volvió a acudir a La Moneda, donde "me dijeron que aún no me tenían ninguna respuesta positiva".
Troncoso y Llaitul comenzaron la huelga de hambre -junto a José Huenchunao, Jaime Marileo y Juan Millalén- para exigir que se le quite la condición de delito de presunto terrorismo al caso Poluco Pidenco por el cual fueron procesados y condenados a penas de 10 años de prisión.
Huenchunao, Marileo y Millalén levantaron el ayuno a los 67 días tras obtener la promesa que se crearía una mesa de diálogo -con participación de la Iglesia, el Gobierno y sus familiares- para buscar una solución. Troncoso optó por seguir la huelga y Llaitul la acompañó en la drástica decisión.
Mientras tanto, diversos organismos internacionales y de las Naciones Unidas siguen con atención el desarrollo de los acontecimentos relacionados con la causa del pueblo mapuche y la huelga de hambre que realizan Patricia Troncoso y Héctor Llaitul. También organizaciones internacionales de derechos humanos y de solidaridad con la lucha ancestral de los pueblos originarios chilenos, se encuentran en estado de alerta, ante el accionar represivo del Estado chileno, que no ha reconocido las últimas resoluciones de la ONU al respecto y viola sistématicamente los derechos humanos básicos de los pueblos originarios existentes en la nación chilena.
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