lunes, 5 de febrero de 2024

BUKELE SE AUTOPROCLAMA GANADOR DE LAS ELECCIONES

Bukele se proclama reelecto violando la Constitución y sin resultados oficiales. Dos horas antes de que el Tribunal Supremo Electoral ofreciera los primeros resultados preliminares, el presidente Bukele se proclamó ganador de las elecciones y dijo haber obtenido la mayoría de las diputaciones. El TSE, que disponía de más de $70 millones para estas elecciones, fracasó en trasladar información precisa hasta el final de la jornada de ayer. No hubo información alguna sobre las legislativas.

Tras una jornada que finalizó sin resultados oficiales, el presidente Nayib Bukele proclamó su triunfo en las elecciones presidenciales y el de su partido en las legislativas. Desde la plaza central del país y cuando el Tribunal Supremo Electoral presentaba unos resultados que no cuadraban matemáticamente con el 22% que decía haber escrutado, Bukele se atrevió a hacer algo que nadie más había hecho en casi un siglo: declararse presidente para un segundo periodo consecutivo. 

 De hecho, lo hizo antes. Bukele no esperó siquiera a que el Tribunal diera datos preliminares y minutos antes de las 7 de la noche ya se había declarado ganador con el 85 % de los votos en un tuit, apenas dos horas después del cierre de urnas, cuando el Tribunal no había dado ni un dato y en la mayoría de centros de votación no se habían abierto las urnas de diputados: “De acuerdo a nuestros números hemos ganado la elección presidencial con más del 85 % de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea”. A la madrugada de este martes 5 de febrero, el Tribunal aún no había llegado ni al 50 % del conteo. 

 

Durante más de 3 horas, tras cerradas las urnas, no hubo conteo preliminar ni datos básicos. Hasta cerca de las 10 de la noche, el Tribunal dio datos parciales, pero sin contexto: con el 22 % de Juntas Receptoras de Votos procesadas, Bukele aparecía con 1,090,522 votos; y por debajo, con 93,846 votos, en un lejano segundo lugar, el candidato del FMLN, Manuel Flores. Ante un padrón de 6.2 millones de personas, los datos ofrecidos por el Tribunal parecían inconsistentes, ya que si esa cantidad de votos correspondía al 22 % significaba que prácticamente el 100 % de la gente votó y lo hizo por Bukele. Pero el Tribunal no dio dato alguno de abstenciones y es improbable que todas las personas del padrón hayan votado, cuando normalmente el porcentaje de votantes ronda el 50 %. 

Para el cierre de la nota, no había información de votos válidos, abstencionismo, nulos y ninguna información preliminar sobre elección de diputados. Sin resultados disponibles, Bukele apareció en el balcón del Palacio Nacional a las 10:24 de la noche, acompañado de su esposa. Abajo, en la Plaza Gerardo Barrios, una multitud esperaba sus palabras. “El pueblo salvadoreño dijo: queremos continuar el camino que llevamos… El Salvador quiere hacer comercio con todos, El Salvador quiere que vengan a visitarnos, queremos que vengan, que nos visiten, que nos conozcan. Pero lo que no vamos a ser es sus lacayos. Ya probamos sus recetas durante 50 años”, dijo. 

Nunca en la historia reciente del país hubo tal escasez de información con respecto al conteo preliminar de votos. A las 10:22 de la noche se dejó de actualizar el portal de información del Tribunal. Casi a las 12 de la noche la página oficial daba error y no mostraba ninguna información. Ante ese panorama, expertos en materia electoral elevaron cuestionamientos en redes sociales. Ruth López, exasesora del Tribunal y con maestría en derecho electoral, se preguntaba en su cuenta de X: “¿Acaso votó el 100%?”. Cerca de las 12 de la noche, ella misma resumió en otro tuit gran parte de la situación que muchos observadores del proceso describían en sus redes: “Las Juntas Receptoras de Votos a esta hora: no pueden transmitir. No tienen sistema. 

El sistema está muy lento. No llegó papel especial para imprimir. Actas a mano. No hay internet. Se duplican papeletas en el sistema”. Alrededor de la medianoche El Faro recibió reportes de diferentes fuentes desde dentro de los centros de votación y otras más se hicieron públicas en videos subidos a redes sociales. La información coincidía: el sistema falló, multiplicaba actas. Algunas de esas fuentes dijeron que el Tribunal les había exigido empezar el conteo desde cero con un nuevo proceso de contingencia. En las urnas de la capital, al menos en los cinco centros de votación a los que acudió El Faro, hubo estimados de asistencia de un 42 %. 

Era notoria la ventaja de Bukele con respecto al resto de contendientes. La ineficiencia del Tribunal hizo que palidecieran las demás irregularidades de la jornada y las que venían denunciándose desde semanas antes. Partidos como el FMLN y Arena insistieron en que no habían recibido la deuda política de 2021 y por ello no pudieron hacer campaña. Bukele y sus aliados se saltaron el reglamento electoral y repartieron comida donada por China e inauguraron obras como la Biblioteca Pública en el centro capitalino -en la que China invirtió $54 millones-. A pesar de que el Código Electoral impide la propaganda desde tres días antes de la elección, la televisión y radio estuvieron saturadas de anuncios gubernamentales pagados con dinero público durante toda la jornada electoral. 

Uno de ellos se repetía constantemente y en él se llamaba a mantener el rumbo del país e impedir que otros políticos liberaran a los pandilleros encarcelados. La campaña gubernamental en apoyo a Bukele, que nunca dejó su cargo para competir, se basó en esa falacia: que la única manera de mantener a los pandilleros presos era reeligiendo al presidente y otorgándole mayoría legislativa.  

El proceso estuvo también cargado de ataques contra los periodistas nacionales e internacionales.  

La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) registró desde el 5 de enero 164 agresiones contra periodistas, la gran mayoría de documentadas durante la jornada del domingo. El 66 % de las agresiones fueron casos de restricciones al ejercicio periodístico y casi una cuarta parte fueron declaraciones estigmatizantes emitidas por funcionarios públicos, incluyendo al mismo presidente Bukele. Lo más grave, sin embargo, fue cuando agentes de la Policía impidieron durante parte de la tarde la cobertura en los centros de votación. 

Agencias Prensa PM  RMP  PI  EFS  EAB  AIP

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