Los demócratas logran su objetivo de recuperar la Cámara baja, pero se quedan en la inercia y sin una perspectiva clara, para derrotar las nefastas políticas de Trump. Lo cierto es que los demócratas no han logrado destronar y penetrar a fondo en la geografía de apoyo a Trump. De allí, que es prematuro sacar conclusiones y los que nos pueda deparar la carrera por la presidencia del 2020.
Es muy probable que los demócratas intenten iniciar un juicio político contra Trump por su gestión presidencial, muy criticado tanto por su política interna como internacional, con medidas como las adoptadas contra la inmigración y el abandono por EE.UU. de varios acuerdos internacionales. Con este triunfo, los demócratas podrán no sólo bloquear iniciativas del mandatario, sino también investigar sus finanzas e impuesto, ahondar en la presunta colusión entre su equipo de campaña y la ya fantasiosa injerencia rusa de 2016, aumentando la posibilidad de que se inicie un presunto proceso de destitución en su contra.
Ahora, para alcanzar el impeachment contra Trump, lo demócratas deberán solicitar una investigación a fondo y con pruebas concluyentes, de lo contrario todo parecerá nada más que un “volador de luces”, sin mayores efectos. Además, hay que considerar que los demócratas no tienen la mayoría en el Senado y eso impedirá la destitución efectiva del mandatario estadounidense, pues los demócratas, para tales efectos necesitan de 67 votos del senado.
Al respecto, Nancy Pelosi, actual líder de la ahora mayoría demócrata en la Cámara de Representantes y que probablemente vuelva a presidirla, afirmo que la “restauración de los poderes y contrapoderes constitucionales”, permitirá negociar y trabajar con los republicanos, lo que refleja una predisposición al no, a un conflicto abierto, cuyo eje central pueda ser la destitución de Trump.
Después de 8 años, el control de la Cámara Baja del Congreso permite a los demócratas mayor influencia en la cuestión legislativas, ya que se espera que frenen las políticas impulsadas por la gestión Trump, como, por ejemplo, lo referente al sistema de seguros sanitarios y la reforma migratoria. Otros aspectos que no comparte los demócratas son casi todos los temas legislativos relevante de la gestión Trump.
Se prevé además que el “Chapo Trump”, continuara su guerra comercial con China y la Unión Europa, a la cual últimamente, la ha criticado duramente estos días, de allí que van surgiendo muchas incertidumbres, en este escenario ya post electoral.
Para Trump, la perdida de la mayoría en la Cámara de Representantes complica sus perspectivas y deberá suavizar su retorica guerrerista contra los demócratas, pues su grupo parlamentario deberá negociar en el plano legislativo, sobre todo, en aspectos tan sensible como el presupuestario. Lo que esta claro, es que estamos ante un parlamento dividido y que puede dificultar la gobernabilidad de Trump.
El éxito del Partido Demócrata fue ampliamente anticipado por las encuestas previas a la votación, sin embargo, el triunfo electoral, no fue todo lo ostentoso que esperaban los profetas de la política estadounidense y los medios de prensa nacional. De allí que se puede decir, que los resultados electorales han sido poco relevantes, con pocos cambios, con la política desequilibrada e impredecible, además con un alto grado de polarización del electorado, en donde la única que pierde, es la democracia al estilo estadounidense y con un saldo de mayores incertidumbres.
También se puede decir, que el resultado electoral, es un llamado de atención a la paranoia mostrada por el presidente Trump, en las más diversas áreas de lo que ha sido su nefasta gestión, sobre todo en el ámbito de la política internacional, cuya conducta ha sido catastrófica, lo que le resta apoyo a escala global.
Sin embargo, las elecciones de medio mandato, no se pueden calificar como un referéndum, pues el triunfo de los demócratas en la Cámara baja, no ha sido contundente. Mientras que Trump, aún cuenta con un base relativamente solido de apoyo, especialmente en el sector agropecuario y en los grupos que profesan los mitos religiosos.
Los positivo de estas elecciones, es la mayor incorporación de mujeres al parlamento (100/25%), con la inclusión, además, de dos mujeres procedentes de los pueblos originarios del país y féminas de religión musulmana, todas ligadas a los demócratas.
Finalmente se puede indicar, que la etapa post electoral y segunda parte del mandato final de Trump, se desarrollara con incertezas e incertidumbres, a partir de la verborrea propia y típica, de un mandatario que gobierna desde el twitterio y que genera muchos anticuerpos, en el plano interno de su país y con mayor razón en el resto mundo, producto de sus amenazas y sanciones a los más diversos países.
Por Eduardo Andrade Bone
Agencias Prensa PM RMP PI EAB MP/AIP
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