Foro Abierto: El presidente chileno, Sebastián Piñera, presenta al Parlamento una reforma que prevé un alza del 4 % en los pagos para recibir pensiones y la demora de las edades de jubilación.
El sistema de pensiones vigente en Chile lo creó un hermano del presidente Piñera durante la dictadura de Augusto Pinochet y está teniendo una fuerte respuesta en forma de protestas por partidos y movimientos sociales en el país del cóndor.
La propuesta de reforma del mandatario supondría 3500 millones de dólares más de inversiones que las previstas.
José María Lanseros, periodista, manifiesta: “Me sorprende que el centro izquierda no haya tenido el arrojo de meter mano política a la cuestión de las pensiones. En Chile, Pinochet dejó atadas muchas cosas y aún 40 años después continúa el mismo modelo.”
Manuel Llamas, periodista, señala: “Para poder garantizarte una pensión alta, tienes que ahorrar y contribuir al sistema de pensiones. Lo que sí está quebrado es el sistema de la seguridad social, el español, el griego. ¿Cómo es posible que en este tipo de modelos estemos condenados a trabajar más años?”
Nélida Molina, activista social, destaca: “El problema es que la gente trabaja, pero no cotiza. El empleo informal.
Además hay muchos trabajadores que, aun trabajando en el mercado formal, no cotizan todo lo que deben. El sistema actual de Chile fue impuesto por la dictadura de Pinochet. Al Estado chileno le cuesta más el salario de 100 000 militares chilenos que de un millón de ciudadanos.”
Pablo Sapag, profesor en la Universidad Católica de Santiago de Chile, asegura: “En las últimas elecciones, Piñera obtuvo menos del 25 % del apoyo. Nos refleja que estos sectores que aparecen no están reflejados políticamente, sino quienes se benefician del sistema. El problema de las pensiones en Chile es un síntoma. Es una sociedad racista, basada en la separación de la población.”
Agencias Prensa PM RMP PI FA/HSPTV MP/AIP
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