EL REINO UNIDO Y SU ESCALADA ANTI RUSA

Todo parece indicar que el eje anglosajón (EE.UU. Gran Bretaña) están empeñado en impulsar una escalada de tensiones que puede ir configurando un cuadro geopolítico cada vez más peligroso para la estabilidad económica y política a escala global. La reciente decisión del Reino Unido de expulsar a 23 diplomáticos rusos, huele a un montaje sin precedente en la política exterior de Londres y que ha estado precedido por otro tipo de sanciones en las cuales el gobierno británico ha estado involucrado junto a su aliado genético, los Estados Unidos.

En este sentido cabe destacar que el pasado 4 de marzo, Serguéi Skripal y su hija Yulia fueron envenenados premeditadamente con un agente nervioso en un centro comercial de Salisbury. De allí que de una forma desenfadada y sin prueba alguna, el gobierno británico de forma casi inmediata culpara a Rusia de tales hechos. Todo esto refleja una irresponsabilidad diplomática de marca mayor, cuando la jefa de gobierno, Teresa May que sin mediar una investigación exhaustiva y previa, expresara que “es muy probable que Moscú este detrás de la acción”. 

En su comparecencia ante el parlamento (14.03.18) y repitiendo lo mismo del día lunes, Teresa May y sin ningún tipo de escrúpulos ha señalado que Rusia es "culpable" del incidente con Skripal, para luego afirmar que "estamos colaborando con la Policía para que OPAQ pueda comprobar los datos obtenidos", ha enfatizado. Ahora el paquetón de medidas a impulsar por el gobierno del Reino Unido en contra de Rusia, a propósito de este incidente, más pareciera la continuación de una campaña para aislar y seguir satanizando a Rusia en el ámbito de la prensa internacional y la geopolítica mundial. 

Ello debido a que todo los males que padece el planeta son de responsabilidad única y exclusiva de Rusia, China, Corea del Norte, Irán y cualquier otro país que no obedezca a sus intereses estratégico, que no son otros que dominar y controlar el planeta, aún a pesar de la difícil situación que vive el Reino Unido dentro de sus ex socios de la Unión Europea. 

El complot y las medidas contra Rusia van desde la expulsión de los 23 diplomáticos rusos, los cuales son acusados de ser "agentes de inteligencia no declarados", además de suspender todos los contactos de alto nivel con Moscú. May ha dado a conocer que su Gobierno va a redactar una nueva legislación anti espionaje y aumentará los controles de los ciudadanos rusos que entren en el país. Para luego agregar que "vamos a reforzar los controles de los aviones privados y endurecer las inspecciones en las aduanas y en el control del transporte de mercancías", ha afirmado May. También se ha hecho notar que se incluirán nuevas enmiendas al estilo Magnitski en el proyecto de ley de sanciones ya existente. El proyecto de ley prevé la prohibición de visados y la congelación de activos de las personas acusadas de violar los derechos humanos. También se ha señalado que el Reino Unido congelará las cuentas estatales de Rusia en el país si halla pruebas de que puedan ser utilizadas "para amenazar la vida y la propiedad de ciudadanos británicos", ha expresado Teresa May. En cuanto a sanciones nada puede quedar con cabos sueltos, pues entre otras medidas, May ha anunciado que los altos funcionarios británicos y los miembros de la familia real no acudirán al Mundial de Rusia 2018. Campaña que viene impulsando el Reino Unido desde hace un tiempo, para que más y más países no participen del magno evento deportivo a realizarse en Rusia, el próximo verano europeo. 

Ahora en esta escalada de acusaciones y sanciones contra Rusia, Teresa May, intentará buscar el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU, con el objeto de que las medidas de su gobierno puedan alcanzar un respaldo internacional, pese a la carencia de pruebas efectivas, de manera que cuenten con el aval respectivo de los organismo internacionales pertinentes, en especial de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha informado la May, pero sin las pruebas contundentes que se requieren en estos casos. 

Al respecto cabe destacar la alocución en el parlamento, del líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn exigiendo “pruebas claras en el caso Skripal”. Para luego agregar que "debemos seguir buscando un diálogo robusto con Rusia en todas las materias, nacionales e internacionales, que dividen a nuestros países en lugar de cortar el contacto y dejar que las tensiones empeoren y puedan llegar a ser más peligrosas", afirmó el político, criticando la reducción de la capacidad diplomática de Londres con la recién anunciada expulsión de 23 diplomáticos rusos.

En su intervención Corbyn le pregunto a Teresa May si han sido respondidas las demandas de Moscú de obtener acceso a las muestras respectivas, por la cuales se hace un acusación prácticamente gratuita a Rusia. En este sentido el líder de los laboristas comentó la problemática en torno a varios rusos residentes en Reino Unido. Para el político, su país debe prestar especial atención a los oligarcas que saquearon a Rusia "y que utilizaron a Londres para proteger sus riquezas" durante años. Es más, diversos medios de prensa europeos han destacado en su oportunidad, como el Reino Unido le ha prestado protección a la mafia y oligarcas rusos, mencionados por Corbyn (Ver serie TV McMafia). 

Mientras tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha condenado categóricamente la crisis diplomática provocada premeditadamente por la primera ministra del Reino Unido, Theresa May. Las palabras de May son "inaceptables e indignantes" y corresponden a una "provocación brutal sin precedentes" que socava las bases de un adecuado diálogo intergubernamental”. Ya anteriormente el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tachó de "propaganda" anti rusa las acusaciones que presuntamente vinculan a Moscú con el envenenamiento del doble agente ruso Serguéi Skripal. "No es serio, es pura propaganda, una pura escalada de histeria", afirmó Lavrov. El presidente ruso, Vladímir Putin, por su parte aconsejó al Reino Unido que investigue, muestre pruebas concretas y solucione el caso del envenenamiento de Serguéi Skripal antes de discutir los hechos con Moscú.

No es raro que estos acontecimientos que oscurecen y empañen la posibilidad de transitar por los caminos de la distensión y la paz a escala global, se produzcan en los precisos momento en que el presidente de los Estados Unidos haya designado a uno de los duros como Secretario de Estado (Mike Pompeo) para manejar los asuntos de su política exterior y que forma parte del circulo de los halcones de la Casa Blanca, enemigo acérrimo de Rusia, China, Irán y Corea del Norte, lo que puede conducir a la geopolítica global a un desastre que culmine en una guerra nuclear devastadora para todo el planeta. 

Finalmente el canciller ruso, Serguéi Lavrov, ante las tensiones producidas por Teresa May, ha expresado que su país no respondería a las decisiones del Reino Unido, hasta que no tuviera acceso a las pruebas pertinentes y los materiales del caso. Lo que está claro, es que el Reino Unido no tiene pruebas concretas al respecto y todo forma parte de una escalada, una campaña diabólica de aislamiento y satanización de Rusia, pero muy bien orquestada por la prensa internacional, alineada con las políticas guerreristas del eje anglosajón. 

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