viernes, 13 de mayo de 2016

BRASIL Y EL GOLPE POLÍTICO MEDIÁTICO

En Brasil se registró un golpe político-mediático que se pretende revestir de legalidad, concuerdan analistas.
Carol Murillo, sociologa y catedrática; Fernando Casado, profesor investigador, y Ómar Ospina, periodista y escritor, hicieron un análisis sobre las implicaciones de la suspensión de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. / Foto: Micaela Ayala-Andes 

Tres analistas consultados por ANDES, coincidieron en señalar que el inicio de un juicio político –impeachment- contra la presidenta Dilma Rousseff tras la votación de 55 senadores la madrugada de este jueves es peligroso y debe abrir una alerta en la región, además, se constituye en un golpe político-mediático, revestido con tintes de legalidad. La mandataria fue suspendida del cargo durante seis meses mientras se desarrolla un juicio político en el Senado. 

Carol Murillo, socióloga, comunicadora y catedrática, dijo que es peligroso “porque el armaje que se hizo desde ciertos partidos políticos y medios de comunicación, que tuvieron una gran responsabilidad en la escenificación mediática a través de la construcción de matrices de opinión, es una alerta para los países de América Latina”. Añadió que no solo querían sacar a Dilma del poder sino impedir el regreso de Luiz Inacio Lula Da Silva (ex presidente que tiene opciones de llegar a la presidencia en 2018) y comenzar un largo proceso de desacreditación de todo lo que ha significado el gobierno de ambos líderes. 

 Muriilo sostuvo que en los últimos años se ha creado una nueva forma de desprestigiar y conducir a un nuevo tipo de golpe de estado mediático-político. Fernando Casado, escritor, docente investigador en el centro de Derecho y Justicia del Instituto de Altos Estudios Nacionales, hizo notar que ha habido una metamorfosis en la manera en que se ponen en práctica los golpes de estado. “Después de que en los años setenta eran a través de dictaduras, dictadores y militares de turno, ahora vemos que se dan en una especie de golpes de carácter legal, una vez de que de alguna forma se ha asentado el mecanismo de la democracia representativa en América Latina”, dijo el catedrático español. 

A su criterio, ante la imposibilidad de recurrir a los golpes tradicionales, la derecha ha tenido que “evolucionar” los mecanismos para tratar de frenar a los gobiernos que han privilegiado la inversión en el área social y una mayor redistribución de la riqueza. Coincidió que el caso de Brasil, no solo se trató de bajarse a la presidenta Rousseff sino de bloquear el ascenso de Lula y aplicar medidas de corte neoliberal, al igual que está sucediendo en Argentina con Mauricio Macri. “Seguro que en estos 180 días más preocupados van a estar en desacreditar cualquier candidatura progresista, como la de Lula, que en gobernar. Ese es el gran peligro. La persecución ahora no se va producir de manera de aniquilación física, pero sí la aniquilación moral mediante procedimientos judiciales, en muchos casos, cocinados en laboratorios”, sentenció Casado. 

 El escritor y periodista colombiano Omar Ospina señaló la responsabilidad “directa e indirectamente” de los medios brasileños en la suspensión de Dilma. Y va más allá, sostuvo que en América Latina los medios han apoyado el resurgir del neoliberalismo que “no estaba sepultado sino en un estado de semicoma” durante estos años en que han predominado los gobiernos progresistas. Añadió que a las élites no les gusta la solidaridad sino la caridad, por eso no toleran a los gobiernos que aplican políticas en favor de las grandes mayorías. “Esta época de solidaridad está un poco en peligro de que sea reemplazada nuevamente por los viejos esquemas de caridad cristiana, que tanto les gusta a las clases dirigentes”, sostuvo Ospina. 

 Por otro lado, pese a que hay una especie de Plan Cóndor del Siglo XXI, Casado no cree exista un fin del ciclo de gobiernos progresistas pues considera que hay una conciencia, una dignidad distinta a lo que había sido el devenir histórico de la región. "Hoy en día no es tan fácil engañar a los latinoamericanos. Los argentinos se dan cuenta de lo que está ocurriendo en su país. Cuando se tomen el poder, si es que se toman potencialmente en Brasil, cuando se empiecen a desmantelar los programas sociales, cuando se empiecen a aplicar políticas neoliberales que traten de darle nuevamente a esas élites el poder perdido, la población va a reaccionar ante ello", reflexionó el analista. 

Fuente:  Agencias  Prensa  PM  RMP  PI  APNES  AIP
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