martes, 16 de julio de 2013

SOCIALDEMOCRÁTAS DICEN QUE EL CORRUPTO RAJOY DEBE DIMITIR


“El peor golpe a la credibilidad política es el dinero“, dice el vicepresidente del grupo parlamentario socialdemócrata en el Bundestag, Axel Schäffer, que condena que Rajoy no comparezca ante el Parlamento español. 

Uno de cada tres españoles está desempleado y ni los puestos públicos están a salvo. Más de 100 000 empleados del sector público fueron despedidos en el transcurso de un año como resultado de las medidas de austeridad. La ciudadanía española está indignada ante el escándalo de corrupción que se extiende entre figuras del Partido Popular en el gobierno encabezado por Mariano Rajoy, que amparándose en la estabilidad política se aferra al poder y se niega a comparecer y dar una explicación ante el Parlamento. 

El asunto también ha provocado indignación en Alemania. “No importa en qué país de Europa, no importa en qué formación, quien como presidente de un partido ha recibido dinero ilegal es insostenible en el cargo”, afirma el vicepresidente del grupo parlamentario del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) en el Bundestag, Axel Schäffer, en conversación con DW. 

El político condena que Rajoy se empeñe en mantenerse en el poder amparándose en la necesidad de estabilidad política de cara al programa de reformas puesto en marcha por su Gobierno. “Los partidos socialistas europeos deberán pronunciarse al respecto, así como lo hacen los partidos populares. Pero en primera línea es una cuestión que tiene que ser aclarada en el ámbito parlamentario y jurídico en España. 

No puede ser que el Partido Popular con su mayoría impida una sesión parlamentaria para aclarar el asunto. Eso es inadmisible. El seno del Parlamento el lugar de encuentro entre mayorías y minorías, entre el gobierno y la oposición. En Alemania una situación así, la negativa de un partido a discutir una cuestión como ésta en el seno parlamentario no aguantaría más de un día”. 

Merkel hará como si nunca hubiera tenido que ver con él 

 “El exigir medidas de austeridad mientras en lo personal y como político, se hace lo contrario, beneficiándose de cuentas secretas es inadmisible”, dice Schäffer. Preguntado sobre si la canciller alemana Angela Merkel (CDU) se distanciará de Rajoy, el político responde indignado que Merkel apoya a su familia política sin importar de quien se trate. “Apoyó a Berlusconi y ahora respalda a Viktor Orbán en Hungría. Seguirá apoyando a Rajoy hasta que éste se vea obligado a dimitir. Entonces en la CDU harán como si nunca hubieran tenido que ver con él”, afirma. Schäffer recordó el escándalo de las cuentas clandestinas que financiaron a la Unión Demócrata Cristiana (CDU), a finales de la década de 1990 que salpicaron a su presidente, Wolfgang Schäuble, por sus comprometedores contactos con el traficante de armas Karlheinz Schreiber. El escándalo obligó a Schäuble a dimitir de los cargos de portavoz del grupo parlamentario y presidente del partido, lo que abrió el camino a Angela Merkel. 

“En el caso de Rajoy sucederá lo mismo”, señala Schäffer. “Se estima que Rajoy recibió una suma que ronda los 300.000 euros. Eso es inaceptable”, subraya y recuerda que para evitar este tipo de abusos su partido (SPD) ha establecido un lineamiento que prohíbe a los políticos y parlamentarios aceptar cualquier tipo de donaciones. “Si se hacen, deben ir directamente al partido, pero nunca pueden aceptarse de manera privada. El peor golpe a la credibilidad política es el dinero”. 

Alemania ha tenido sus escándalos El ex gerente y ex tesorero del Partido Popular (PP) Luis Bárcenas, se encuentra en el ojo del huracán que amenaza desde principios de año a altos políticos del partido  conservador. Las investigaciones han detectado depósitos por más de 48 millones de euros en cuentas en el extranjero. Schäffer señala que Alemania también ha tenido sus escándalos pero es improbable que se vuelvan a repetir hoy en día. “Es difícil que se produzca un escándalo de esas dimensiones tras la experiencia con las llamadas donaciones Flick en la década de 1980 y luego el caso de donaciones a cuentas secretas durante la era Kohl, sobre el que no ha sido revelada aún la identidad de los donantes anónimos”, dice. 

El mayor escándalo de corrupción en la década de 1980 en la entonces Alemania Occidental fue protagonizado por el empresario Friedrich Karl Flick, dirigente de uno de los mayores monopolios industriales de Alemania, que utilizó la herencia de su padre, principal proveedor de armamento de Hitler, para hacer pagos en efectivo a los políticos de todos los partidos del Bundestag, incluidos dos ministros de Economía: Hans Friedrich y Otto Lambsdorff. A cambio Flick fue exhonerado del pago de unos 450 millones de euros. 

Autora: Eva Usi

Agencias  Prensa  AIP  DW  PM RMP
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