"Despertará todo lo que ha estado dormido durante mucho tiempo, gracias a la carta blanca que la gente le ha dado a la Concertación", sostiene el cineasta. El cineasta Miguel Littin auguró que si en las próximas elecciones presidenciales de diciembre gana el pinochetismo, "por los errores de la Concertación", el país vibrará "con huelgas de obreros y protestas estudiantiles".
"No será el gobierno de (Michele) Bachelet, con sensibilidad social y asistencia", vaticinó Littin, quien en etos días estrena "Dawson. Isla 10".
El director de cine opinó que si triunfa el estafador y especulador financiero Sebastián Piñera, al que las encuestas amañadas señalan como favorito, "despertará todo lo que ha estado dormido durante mucho tiempo, gracias a la carta blanca que la gente le ha dado a la Concertación".
"La derecha no resolverá los problemas sociales de Chile, porque si no, ya lo habría hecho.(...) Tenemos los peores índices de distribución de riqueza del mundo, unos pocos son dueños de las grandes fortunas, y además quieren ser presidentes", se quejó.
Con 67 años y una prolífica y comprometida carrera a sus espaldas, Littin tuvo su primer éxito en 1969, con su segunda película, "El Chacal de Nahueltoro", un descarnado retrato de la pena de muerte y sus consecuencias.
Después, el entonces presidente, Salvador Allende, le nombró gerente general de la compañía cinematográfica estatal Chile Films.
"Chile es hoy un país moderno porque hubo ese gran movimiento político, social y cultural que implicó la Unidad Popular", destaca Littin, quien se considera parte del proyecto allendista desde que era un adolescente, cuando "ya luchaba para la transformación" de Chile.
Con el rodaje de "Dawson. Isla 10", el director asegura haber revivido "lo que fue una hazaña de esos seres humanos que lograron sobrevivir a los rigores climáticos y de la dictadura, al aislamiento y la soledad".
Pero el deber más duro para estos presos, según Littin, fue tener que "salir adelante de una derrota histórica, como fue para Chile y para el mundo la caída de la Unidad Popular".
"Significaba una vía a un socialismo diferente, una estrategia de vida distinta con la que soñábamos generaciones de chilenos", recuerda.
El filme se basa en el testimonio de Sergio Bitar, hoy ministro de Obras Públicas en el gobierno de Michelle Bachelet, quien es interpretado por el actor Benjamín Vicuña.
Bitar pasó por diferentes campos de concentración, entre ellos el de Isla Dawson, en el extremo sur de Chile, y relató su experiencia en el libro "Isla 10", nombre dado al recinto por los oficiales a su cargo.
"No es una denuncia, porque todo el mundo lo conoce. Pero el cine es memoria, y los países sin memoria no actúan en el presente ni en el futuro, (por eso) hay que ser audaz en revivir la memoria y saber reconstituirla", expresa el director.
Littin se trasladó hasta la Tierra del Fuego junto a su equipo gracias a un permiso de la Armada chilena y pudo comprobar las durezas de la geografía y el clima antárticos en la pequeña isla situada en el Estrecho de Magallanes.
"Dawson es uno de los lugares más feos y terribles que he visto en mi vida. Una tierra ácida, en la que uno se hunde permanentemente en el fango cuando camina, en la nieve o en las aguas heladas. Es un lugar destinado a que la gente sufra", describe.
"Quisieron hacer campos de concentración al estilo nazi, pero no alcanzaron (a tomar) la decisión de poner la chimenea" de los hornos crematorios, dice Littin en referencia a las instalaciones de Isla Dawson, diseñadas por el criminal de guerra nazi Walter Rauff, refugiado en Chile.
Según Littin, la pretensión del régimen militar "era acabar con ellos (presos políticos), pero cuando quisieron hacerlo, ya era demasiado tarde, porque la opinión mundial se había enterado y era más complejo y difícil".
En la película, Littin crea una estética marcada por diferentes texturas visuales, telas y dibujos, sonido ambiental e imágenes de archivo que rememoran el bombardeo de La Moneda y las últimas horas de Allende, cuya muerte, a su juicio, se debió a un asesinato y no a un suicidio.
Precisamente este nominado dos veces al Oscar a Mejor Película Extranjera, por "Actas de Marusia" y "Alsino y el Cóndor", está preparando un nuevo filme sobre los últimos momentos de Allende en el palacio de gobierno.
Con un mensaje persistente durante toda su obra, el director quiere recordar a los espectadores que "si esto pasó hace 30 años, que no alcanza a ser un suspiro en el tiempo, puede volver a pasar".
Littin promete polémica con sus películas: "¿Por qué las hago si no?".
Agencias Prensa EM AIP JPMM
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