domingo, 26 de julio de 2009

ENTREVISTA: "EL RETORNO DE ZELAYA ES LEGÍTIMO"

El derrocado Presidente Manuel Zelaya el viernes dio un paso y cruzó unos metros la frontera para entrar a territorio hondureño, desde donde fue expulsado hace casi un mes. En Washington, el secretario general de la OEA seguía con atención el nuevo giro que tomaba la crisis de Honduras. No estaba de acuerdo con que Zelaya regresara de esa forma y se la juega por una salida pacífica.


Cuando faltaban horas para que el depuesto Presidente Manuel Zelaya intentara por segunda vez regresar a Honduras, la tensión en la frontera con Nicaragua iba en aumento entre civiles que demandan el restablecimiento del gobierno democrático y los militares.


Casi un mes después del golpe de Estado en Honduras y el rechazo a las propuestas mediadoras del Presidente costarricense Óscar Arias, el régimen de Roberto Micheletti parece no afirmarse, mientras se acrecienta su aislamiento internacional.


Un papel clave en la falta de legitimidad del gobierno de facto hondureño lo ha jugado la Organización de Estados Americanos (OEA), bajo la dirección del chileno José Miguel Insulza.


Incluso viajó a Tegucigalpa para presionar por una salida pactada pero evitó reunirse con Micheletti, en una clara señal de que el ex presidente del Congreso no es reconocido como gobernante legítimo por la comunidad internacional.


La señal no tenía un único destinatario: "Es preciso enviar al resto del continente una señal contundente, para que todos aquellos que aún se permitan soñar con proyectos autoritarios queden absoluta y definitivamente desencantados", dice Insulza a LND desde Washington, donde monitorea la crisis del país centroamericano.


-La propuesta mediadora del Presidente Arias ha sido rechazada por el gobierno de Micheletti en Honduras y hubo un plazo de 72 horas -que se cumplió el jueves- para buscar una fórmula que abra un camino de salida a la crisis, en su apreciación ¿la situación hondureña tiene alguna posibilidad de solución pactada?


-Sí la tiene, siempre que se respete la condición planteada por la unanimidad de los estados americanos, esto es que restituya al Presidente Zelaya en el poder. El Presidente Arias ha presentado una propuesta que incluye esta condición como primer punto: el retorno del Presidente Zelaya a sus funciones constitucionales, de las que fue separado de manera ilegítima y por la fuerza. El retorno del orden democrático es absolutamente prioritario y en eso no debe haber titubeos. Es preciso enviar al resto del continente una señal contundente, para que todos aquellos que aún se permitan soñar con proyectos autoritarios queden absoluta y definitivamente desencantados.


-¿El intento del Presidente Zelaya de regresar a Honduras por una de las fronteras terrestres ayuda a resolver la situación o más bien tiende a agudizarla?


-La voluntad del Presidente Zelaya de retornar a su país es absolutamente legítima. Él es el Presidente constitucional de Honduras. Fue su salida forzada del poder la que generó la crisis, no su eventual retorno al país. Por lo tanto, reitero, esta es su legítima aspiración. Otra cosa es que, dada la complejidad de la crisis mi opinión personal es que sería preferible que antes de cualquier decisión en ese sentido esperara a una conclusión de los esfuerzos diplomáticos en curso. Nosotros queremos una solución pacífica.


-Con el rechazo de la propuesta de Arias por parte del gobierno de facto hondureño, ¿se ha debilitado la posición de Zelaya?, ¿es un revés para la comunidad internacional que busca la reposición de un gobierno democrático?


-El rechazo a esa propuesta sólo demuestra la intransigencia del régimen encabezado por Micheletti. Nadie puede suponerse fortalecido desde la ilegalidad. La comunidad internacional ha sido y es clara al respecto y ha ejercido y ejerce toda la presión necesaria para que el orden constitucional sea restaurado en Honduras. Estoy convencido de que más tarde o más temprano, esta firmeza producirá los resultados que todos esperamos.


-La amnistía para los golpistas hondureños ha sido rechazada, así como otros puntos de la propuesta de Arias, por las organizaciones sociales que demandan el regreso de Zelaya, ¿el Presidente depuesto tiene suficiente apoyo interno como para negociar una salida pactada?


-Estos son momentos complejos como para definir quién es más o menos leal a quién. Usted comprenderá que en situaciones en que la plena vigencia de las libertades públicas está comprometida, es muy difícil hacer este tipo de mediciones. Pero ese es un tema secundario. Lo prioritario es que los hondureños se han dado un régimen político basado en el cumplimiento de ciertas reglas de juego fundamentales, y esas reglas deben ser cumplidas. Zelaya es el Presidente constitucional del país, elegido en elecciones libres: esto debe ser respetado por todos.


-El Presidente Arias como usted mismo han alertado sobre la posibilidad de que la crisis hondureña derive en actos de violencia mayor, ¿qué tan alto es el riesgo de que se produzca un cuadro de violencia?


-Desde el momento en que tenemos gente de uno y otro sector en la calle, todo puede suceder. Existe una tensión muy clara, que podría derivar en una situación de violencia. Pero nadie quiere que ello ocurra, por eso estamos decididos a colaborar con Honduras en la recuperación de su democracia.


-¿Cómo evalúa a estas alturas la eficacia de la comunidad internacional y sus organismos multilaterales como la propia OEA o la Unasur para restablecer la democracia en Honduras?


-Sólo puedo hablar en nombre de la OEA. Inmediatamente después del golpe de Estado en Honduras, hemos realizado las acciones establecidas en la Carta Democrática Interamericana, cuyo propósito es garantizar la vigencia de la democracia en la región. Esas medidas han aislado al régimen de facto, haciéndole notar con toda contundencia que su existencia es rechazada unánimemente por las Américas. De no haber sido por esta medida hoy, quizás, ese régimen se habría consolidado y no habría posibilidad alguna de diálogo o negociación conducente a la recuperación del orden constitucional.


-¿Es viable que Micheletti pueda afirmarse en el poder con el nivel de aislamiento político que tiene a nivel regional e internacional?


-Definitivamente no.


-¿Es factible, como hizo la Unión Europea al suspender un importante crédito a Honduras, que la OEA impulse medidas de restricción de la ayuda económica a Honduras?, ¿la próxima asamblea de la OEA podría tomar acuerdos en esa dirección?, ¿es usted partidario de medidas de ese tipo?


-Analizaremos todas las medidas que sean oportunas, convenientes y que estén a nuestro alcance. Por lo pronto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que es integrante del Sistema Interamericano, suspendió la actividad financiera con ese país hasta que la situación vuelva a su normalidad constitucional. Tengo entendido que otros organismos financieros han actuado en el mismo sentido. Creo que al gobierno de facto de Honduras se le hará muy difícil de subsistir sin financiamiento externo, lo cual le agrega presión internacional a la situación.


Agencias Prensa LND AIP JPMM

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