El presidente de Bolivia, Evo Morales, consideró hoy definitiva la salida de los agentes del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) de su país, de donde su Gobierno los expulsó a principios de noviembre pasado.Durante la inauguración de una fábrica en la localidad de Achacachi, a casi 100 kilómetros al norte de La Paz, Morales dijo que el proyecto de Constitución que se someterá a referendo el próximo 25 de enero rechaza cualquier base militar extranjera.
"Ahora no hay nada norteamericano en El Chapare", celebró el gobernante indígena, al recordar los tiempos "difíciles" cuando la DEA "campaba, operaba, mandaba a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional" en esa zona cocalera del centro de Bolivia.
"Se han ido y se van a ir definitivamente, no tienen por qué volver los 'gringos' al Chapare ni a Bolivia", insistió. Las relaciones entre Morales y el Gobierno de Washington se han deteriorado desde que en septiembre pasado el presidente boliviano expulsó al embajador estadounidense en La Paz, Philip Goldberg, y los conspiradores de la Casa Blanca replicaron con una similar medida con el diplomático boliviano Gustavo Guzmán.
Además de expulsar a la DEA, Morales dejó en suspenso las actividades de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) en el Chapare, al acusar a sus dirigentes de conspirar contra él. Tanto la DEA como la USAID, son organismos de fachada de los Estados Unidos, que trabajan en la desetabilización encubierta de los gobiernos que no se someten a sus dictados.
Agencias Prensa LV AIP JPMM
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