El presidente Daniel Ortega dijo el sábado que en "solidaridad con el pueblo de Bolivia" no asistirá a un una reunión con el presidente George W. Bush, a la que ha sido invitado por el gobierno de Estados Unidos. "Lógicamente en estas condiciones (en Bolivia) yo no voy estar ahí para sentarme con el presidente Bush. Yo no voy a estar ahí, en solidaridad con el pueblo de Bolivia", dijo Ortega durante un acto en el que entregó a un grupo de personas la Orden Cultural Rubén Darío.
Agregó, sin embargo, que "si Dios quiere" viajará a la ONU "para pronunciar nuestro mensaje y sostener unas reuniones, exigiendo a Estados Unidos respeto".
"Si quieren relaciones respetuosas ellos tienen que aprender a respetar la voluntad de los pueblos latinoamericanos", agregó.
Ortega dijo que si hubiera sido su caso él no solo hubiera expulsado al embajador estadounidense en Bolivia, Philip Goldberg, "sino cerrado la embajada". Goldberg fue expulsado por el presidente boliviano Evo Morales a mediados de la semana acusado de conspirar contra su gobierno.
El mandatario nicaragüense acusó a Estados Unidos de "propiciar" un golpe de Estado o el asesinato de Morales, y agregó que, en tal caso, lo que vendría "inmediatamente sería la lucha armada totalmente legítima".
Confió, sin embargo, en que el pueblo boliviano y las fuerzas armadas "no van a caer en la tentación" de repetir el golpe de Estado y asesinato del ex presidente Salvador Allende de Chile.
Ortega no se refirió en ninguna forma al nuevo embajador de los Estados Unidos en Nicaragua, Robert J. Callahan. Pero dijo que embajadores anteriores y funcionarios de la embajada han actuado como el de Bolivia, "dando financiamiento" a grupos internos "para promover la desestabilización y la ingobernabilidad".
Agencias Prensa LV AIP JPMM
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