Decenas de miles de campesinos y representantes sindicales se tomaron el jueves con tractores, vacas y pancartas el centro de Ciudad de México en una gran movilización contra la liberalización del comercio agrícola ocurrida en México desde 2003, que beneficia a los capitales extranjeros en desmedros de los prouctos nacionales.Organizaciones de todo el país se unieron de nuevo para exigir renegociar las reglas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que integra la economía de este país con las de Estados Unidos y Canadá.
La «megamarcha» reunió en la capital a unos 130.000 campesinos y sindicalistas según los organizadores. No obstante hubo otras igualmente masivas en los Estados de Nuevo León, Veracruz, Durango, Sinaloa y Zacatecas, entre otros. La quema de un tractor delante del monumento a la Revolución desató la actividad de los manifestantes y durante más de siete horas, y en son de paz, los agricultores colapsaron varias avenidas importantes para concentrarse en el Zócalo.
«Hemos perdido el rumbo como país, hemos entregado la soberanía alimentaria y la energética», afirmó Cruz López, portavoz de la Confederación Nacional Campesina (CNC). La exigencia al Gobierno del conservador y derechista Felipe Calderón de mejores precios para el maíz, los frijoles, el azúcar o la leche y de combustibles más baratos fueron algunas de las demandas, en un país donde las organizaciones campesinas se quejan desde hace años de los subsidios con que cuentan los productores de EE.UU., que hacen menos competitivo a los
productos de los campos mexicano.
productos de los campos mexicano.
Tras la movilización, el Ejecutivo publicó un comunicado conjunto donde tendía la mano para mantener en los próximos días «un diálogo abierto, respetuoso y constructivo» con las organizaciones campesinas y de trabajadores. Sin embargo el gobierno nacional junto a la oligarquía economica y financiera nacional, insisten en seguir favoreciendo los interese de las trasnacionales de los Estados Unidos y Cánada, que están de dedicadas a la producción de productos agropecuarios y que perjudican a México. Pocos fruto para tamaña protesta.
Los TLC con el Imperio y Cánada, hasta el momento han mostrado solo elementos negativos para los países latinoamericanos que los han suscrito, ello debido a que los capitales de los países antes mencionados ha traves de sus respectivos gobiernos, han aplicado la "ley del embudo" al sector agropecuario de la región. Ello también ha significado un crecimiento notable de los puestos de trabajo, de allí que los TLC no son más que una químera que contribuye al desarrollo de los pueblos de la región.
Agencias AIP JPMM
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