La Central General de Trabajadores del Perú (CGTP) ha convocado una huelga general contra la Ley de Carrera Pública Magisterial. Los maestros comenzaron el paro el pasado 5 de julio. El país andino ha vivido protestas masivas de mineros, campesinos y otros sectores sociales, los que han bloqueados carreteras y aeropuertos.En Lima, alrededor de 7.000 personas se han concentrado en el centro histórico resguardadas por los aparatos represivos del Estado peruano. Como suele ocurrir en estos casos y cuando los sectores sociales más golpeados por políticas económicas antipopulares, el gobernante y su partido el APRA, lo único que tienen para ofrecer es más y más represión. Los que luchan por el mejoramiento de sus condiciones de vida, suelen ser acusados de violentistas, vándalos, terroristas y de estar coludidos con grupos de extrema izquierda o de Sendero Luminoso,es la tónica habitual que usan los gobernantes neoliberales y pro norteamericanos de la región.
El presidente, Alan García, que ha bajado notablemenete el apoyo en las encuestasha, a desafiado a los huelguistas y ha promulgado finalmente la polémica ley que a su juicio busca mejorar la calidad educativa. "Esta ley nos va a permitir abrir un capítulo nuevo (...), hay que dejar atrás el quietismo, el facilismo y la poca exigencia", ha señalado el mandatario, quien antes había señalado que las protestas estaban organizadas por "radicales, suicidas y locos”, como suele ser habitual en estos casos, cuando los mandatarios después de sus promesas se ponen finalmente al servicio de las clases dominantes y en contra de las grandes mayorías del país, que exigen justicia social y una mejor redistribución de la riqueza.
En la ciudad de Satipo, en el centro del país, un campesino ha muerto y otras siete personas han resultado heridas de bala cuando un comerciante les disparó intentando proteger su negocio. También se ha confirmado la muerte de una profesora de 40 años que resultó herida el pasado viernes durante un enfrentamiento con la policía en Lima.
En Cuzco, miles de turistas se vieron obligados a desplazarse de la formas más inverosímiles, como carromatos y triciclos. Centenares de ellos no pudieron visitar Machu Picchu, ya que el servicio de trenes que une Cuzco con el poblado de Aguas Calientes, a los pies del santuario inca, fue suspendido.
Los planes de viaje se vieron alterados asimismo para aquellos que se dirigían en tren a Puno, el punto de entrada al lago Titicaca, y una de las zonas más afectadas por la huelga. Igualmente, fueron bloqueadas las vías que conducen al Valle Sagrado de los Incas, poniendo fin a la euforia con la que los peruanos celebraban desde el sábado la designación de Machu Picchu como una de las "Nuevas 7 Maravillas del Mundo".
Agencias EP JPMM
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