“Cada hombre y cada mujer debe entender que queremos colocar al servicio del hombre de Chile la economía, y que los bienes de producción esenciales deben estar en el área de la economía social, para poder, de esta manera, aprovechar sus excedentes y elevar las condiciones materiales, la existencia del pueblo, y abrirles horizontes espirituales distintos”.
Con esas palabras, el 11 de julio de 1971, desde la Plaza de los Héroes, en Rancagua, el Presidente Salvador Allende Gossens comunicó al país que el Congreso en pleno había aprobado la Nacionalización del Cobre. El proceso había sido iniciado a través de una larga lucha de las fuerzas progresistas y de izquierda del país, luego en el Gobierno de Eduardo Frei Montalva, donde la Gran Minería fue “chilenizada” (1964).
Tres días antes del discurso de Allende, la zona central fue sacudida por un terremoto grado 7,7 en la escala Richter que dejó 85 muertos y 451 heridos. La fiesta de la nacionalización tuvo ese contexto y Allende lo resaltó destacando que “este día, que es el día de la dignidad nacional, tiene que ser el día de la solidaridad”.
Desde 1964, con la fracazada“revolución en libertad” de Frei, impuesta por la Alianza para el "Progreso", el impulso de reformas estructurales y una nueva política para el cobre habían permitido al Estado intervenir en la propiedad de las mineras en asociación con el capital extranjero, llegando, además, a cumplir íntegramente con la refinación del metal rojo, pero ello no significo un control total del Estado ante su principal recurso natural.
Ello, junto al alza del precio y las grandes utilidades de la época, advirtieron en los ámbitos de poder, la posibilidad de la nacionalización. Así lo recogieron en sus candidaturas el DC Radomiro Tomic y el socialista Salvador Allende. Con el triunfo de la Unidad Popular el proceso avanzó y el 11 de julio de 1971 el Congreso Nacional dio vida a la Ley 17.450, la que fue apoyada por los diversos sectores sociales y políticos del país, incluída las FF.AA y la Iglesia Católica. Bajo el gobierno de la Unidad Popular, encabezado por la figura inmortal del presidente Salvador Allende, el cobre paso en un 100% a control pleno del Estado chileno.
Por la tarde, Allende destacó: “Fuera de la trascendencia económica, tenemos una trascendencia política que es necesario meditar. Con el paso que vamos a dar, rompemos la dependencia económica. Eso significa la independencia política. Seremos los dueños de nuestro propio futuro, soberanos de nuestro destino”. Pasados 36 años, hoy habrá homenajes en las divisiones de Codelco.
Al irrumpir la dictadura militar encabezada por el ex dictador Pinochet, en la década del 80 los militares antipatriotas, junto a los mienbros civiles del régimen militar (UDI-RN), desde la ilegalidad de la instauración de la dictadura comienzan a recrear la bases "legales", para nuevamente entregar el cobre al control de los capitales privados, lo que se conoce como "ley de concesiones plenas", promovidas por José Piñera. Luego bajo los gobiernos de centro derecha de la Concertación, que bajo la administración de Ricardo Lagos, deciden entregar el 70% de la principal riqueza natural a los capitales privados, engañando así a los electores y todo el país, de allí que hoy, el Estado chileno solo controla el 30% del cobre, en donde prácticamente las empresas extranjeras casi no pagan ningún tipo de impuesto, obteniendo hoy día fabulosas ganancias productos de los actuales precios del cobre en los mercados internacionales.
Agencias LN JPMM
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