Poco a poco, los mercados van reflejando la tensión suscitada frente a las costas de Yemen, donde las operaciones de los hutíes han provocado un rediseño del tráfico marítimo. Las acciones de las compañías navieras primero experimentaron un repunte, al pensar los inversores que la elección de rutas alternativas más largas producirá mayores dividendos. Pero el precio de esas rutas también ha incidido en las tarifas de los fletes, encarecidos consecuentemente.
El incremento medio semanal por transportar un contenedor de 40 pies se cifra en un 9% desde el 21 de diciembre, según el cómputo World Container Index de la consultora marítima Drewry, que informa de que el dato no volverá a actualizarse hasta el 4 de enero. El encarecimiento asciende hasta el 16% para los trayectos desde el puerto de Shanghái al de Róterdam, es decir, entre las principales conexiones del comercio entre Asia meridional y Europa.
Los recargos que las navieras aplican a sus cargas difieren según las rutas, pero queda claro el impacto de la crisis en el mar Rojo en la mayor parte de las rutas interoceánicas, con un coste medio de 1.661 dólares por contenedor de 40 pies. La situación, por el momento, es manejable y no debiera preocupar en exceso. Así lo piensa Lars Jensen, director de la consultora marítima Vespucci Maritime, que afirma que aunque la situación es mala, "no es la calamidad que tuvimos hace dos años".
"Si el flete está ahora a 1.500 dólares y sube a 3.000, 4.000 o 5.000, debería compararse con las tarifas de 20.000 dólares que vimos con la inflación y los cuellos de botella en la cadena de suministros en su peor momento", declaró al canal de información económica CNBC.
Agencias Prensa PM RMP PI SMR EAB AIP
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