Szijjártó ha ido más allá, apuntando el dedo acusador a la Comisión Europea por impedir el flujo de inversiones en los países europeos, y a Estados Unidos por violar las reglas de la economía mundial, entre ellas la Ley de Reducción de la Inflación, así como intensificar su práctica de menospreciar los coches eléctricos europeos y elevar los aranceles a las importaciones de aluminio.
“El problema para los europeos radica en que el esquema de Washington alentará a las empresas a transferir inversiones fuera de Europa y a los clientes a comprar estadounidense”, ha agregado. Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, los países europeos han aprobado varios paquetes de sanciones energéticas contra Moscú, sin embargo, estas han tenido un efecto contraproducente.
Este camino ha llevado a las economías europeas a sufrir una severa crisis, mientras el país que mueve los hilos del caos, es el que se está beneficiando. EE.UU. está empujando a Europa a una guerra para, además de aislar a Rusia, beneficiarse de la venta de energía a costa de las carencias que está sufriendo el viejo continente.
Agencias Prensa
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