sábado, 9 de abril de 2022

LAS SANCIONES A RUSIA Y EL EFECTO BUMERANG

La diversidad de sanciones impuestas a Rusia, por el eje anglosajón neofascista y las marionetas de la Unión Europea, ante el conflicto del norte de Europa (Ucrania-Rusia), han buscado por todos los medios arrinconar y asfixiar al país eslavo en el ámbito económico, financiero y comercial, de la misma forma como la derecha chilena, la DC y el mundo empresarial, hicieran contra el gobierno de Salvador Allende, hasta alcanzar su objetivo principal que fue instalar la dictadura pinochetista, solo que ahora empujan el carro de una presunta guerra nuclear.

Cabe destacar en este sentido que países como Ucrania y Rusia, desde el punto de vista de sus recursos naturales, cuentan con gas, petróleo, fertilizantes, aceite, soja, trigo y otra variedad de productos que son de necesidad especial de la Unión Europea, pero que en vista de las sanciones leoninas contra Rusia, dichos producto tienen dificultades para llegar a dichos países, de allí que las mentadas sanciones están teniendo un efecto bumerang, en donde la recuperación económica de Europa ha quedado en entredicho y en franco retroceso. 

De allí que la especulación de precios de las grandes cadenas alimenticias está a la orden del día sin ningún tipo de control y regulación, pues la elite oligárquica y política europea y del eje anglosajón trabajan en beneficio del poder del dinero y no de sus respectivos pueblos, que son los que tiene que pagar las consecuencias de las sanciones desatadas de forma feroz contra Rusia. Recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (ONUAA) expreso que el índice de precios de alimentos alcanzó en marzo el máximo histórico de 159,3 puntos, informo el organismo el viernes pasado (080422). 

La especulación y subida de precios fue directamente influenciada por las sanciones a Rusia, producto del actual conflicto ruso-ucraniano y el uso mediático exacerbado utilizado por la prensa occidental. Diversos medios de prensa en sus secciones económicas alertan que las sanciones unilaterales y fascistoides de Occidente contra Moscú, empujan al mundo a una crisis alimentaria de escala histórica y global. El representante de Rusia en la ONU expresaba que las causas reales que están amenazando al mercado mundial de alimentos “con serias turbulencias” no están en las acciones de Rusia, sino en la “histeria sancionadora desenfrenada” que Occidente ha desatado contra Rusia. 

Lo cierto es que todas estas medidas sancionadoras draconianas contra Rusia están afectando ostensiblemente la economía y el comercio mundial, de la cual la OTAN y la UE se deben hacer responsables ante el mundo. Ahora los intentos desenfrenados por ahogar la economía y sector financiero ruso, está implicando una crisis económica a escala global”, que afecta a los países del espacio europeo y a todas las naciones en vías de desarrollo, advierten diversos economistas y medios de prensa. Al respecto las secciones económicas de estos medios expresan que las sanciones a Rusia y la especulación de precios, nos tiene a las puertas de una grave recesión económica de impredecibles consecuencias a escala global. Lo claro es que los precios mundiales de los alimentos se han disparado, ello debido a la especulación incontrolada de los estados contra las cadenas de supermercados y distribuidores de productos alimenticios, ello debido a que una cuarta parte de los granos, cereales y aceite del mundo proviene de Ucrania y Rusia (25-30%). 

En Europa sube el precio de la electricidad, del gas, de los productos básicos, los gastos recreativos de los locales de diversión nocturna y las vacaciones de los europeos, pues ya todo es más caro por obra y gracia del eje anglosajón, la OTAN y la Unión Europea. Las sanciones draconianas financieras y comerciales de Washington y sus aliados de la OTAN contra Rusia llegaron a un punto de inflexión. De allí, que, desde el estallido del conflicto ruso-ucraniano, se ha generado una creciente preocupación por la falta de alimentos y energía en Europa, lo cual ha llevado a los nefastos líderes europeos a buscar proveedores alternativos, no siempre seguros, para proporcionar energía en sustitución del gas ruso. 

Ahora todo esto se ha transforma en una especie de bumerang, que afecta a Europa y el resto del mundo, no así a los países que forman parte de los BRIC y que incluso han entrado en el terreno de afianzar sus relaciones en el ámbito económico, financiero y comercial. De allí que en el plano de la falta de producto alimenticios no afectara a estos países en la misma proporción, como al resto del mundo. 

Las sanciones a Rusia de la jauría del mundo occidental tienen además al dólar a la baja, con el índice de precios al consumo (IPC) del Reino Unido escala al 6,2 % en febrero, la tasa más alta en los últimos 30 años. El diario británico Financial Times, citando a la subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, las nuevas sanciones que los países occidentales (OTAN-UE-eje anglosajón) han impuesto a Rusia por la crisis en Ucrania, tendrán efectos graduales negativos en el sistema monetario global, cuestionando el dominio del dólar. 

La desdolarización se ha convertido en una tendencia internacional ante las sanciones unilaterales de Estados Unidos y sus aliados occidentales. Muchos países como Rusia, China, Irán, Venezuela, India, Arabia Saudita, algunos países africanos y Turquía ya han expresado su deseo de abandonar el dólar o reducir su uso en las transacciones comerciales, lo que refleja cierta erosión y pérdida de confianza hacia el dólar y el euro. Todo esto, además, se ve reflejado en una mayor demanda de la divisa china(yuan) como una reserva de moneda extranjera, pues se comienza a considerar que el dólar y el euro son monedas frágiles. 

En este sentido se comienza a considerar que el yuan, a corto y largo plazo se ira imponiendo de una u otra manera, debido a la gran influencia y poder que viene ejerciendo China, en el plano económico comercial. Esto ha significado incluso que Vladimir Putin advirtiera a Europa con cortar el suministro de gas si no lo pagan en rublos. "Nadie nos vende nada gratis, y tampoco vamos a hacer obras de caridad, es decir, se detendrán los contratos existentes", afirmo el presidente de Rusia. De allí que los últimos días, se ha observado que el rublo sube 10 % frente al dólar, impulsado por los problemas de orden energético. '

El rublo está protagonizando una fuerte recuperación, la moneda se ha fortalecido en 13 de las últimas 14 sesiones. Lo que refleja que todos los intentos por asfixiar la economía rusa están condenados al fracaso. Es más, esto está contribuyendo al nacimiento de una nueva arquitectura geopolítica global, pues cada vez son más los países que producto del conflicto entre Ucrania y Rusia, quieren hacer negocios directos con el país eslavo, producto de las garantías que estaría ofreciendo la economía rusa, en el ámbito de las relaciones comerciales y en sus respectivas monedas nacionales, dejando fuera al imperio del dólar. 

Ahora el propio inquilino de la Casa Blanca reconoce que su país atraviesa por una situación complicada debido al alza sostenida en los precios de los combustibles. “Tenemos una crisis en las gasolineras, así que demostremos nuestra unidad, determinación y nuestro espíritu innovador, y saldremos airosos a la larga”, ha expresado Biden, para luego aceptar que las familias estadounidenses están pasando por una situación dolorosa y menos favorable por el aumento de los precios de los combustibles. 

Lo que refleja claramente el efecto bumerang de las sanciones a Rusia, no solo en el ámbito de lo energético, sino que en la diversidad de otros muchos productos. Arrastrando además al resto del mundo, a padecer las consecuencias económicas, producto de la voracidad y especulación de precios, de las cadenas de supermercados en los más diversos países, sin que los estados controlen o regulen la situación coyuntural que se vive. 

Por Francisco Bone AIP 

Agencias Prensa PM RMP PI MP AIP

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