En el pleno del comité central ha realizarse después de la segunda vuelta el 15 de diciembre, el Partido Comunista decidirá si entra o no a un eventual gobierno de la NM.
Para el ex candidato a diputado, es crucial poder influir en temas relevantes como aquellos relacionados con la educación, temas laborales y hasta el futuro de Codelco. Aunque sabe que la colectividad tendrá que compartir silla con fuerzas transversales, Cuevas cree que deberían conformar el gobierno que lleve adelante la candidata.
Cristian Cuevas no está en Chile. Partió a Alemania a participar en conferencias y conversatorios sobre la realidad social, sindical y política chilena. Aunque no ganó un cupo parlamentario sigue siendo una de las voces sindicales más importantes del su colectividad, el Partido Comunista, que después del 15 de diciembre tendrá que definir si ingresa al gobierno de Bachelet y cuáles son los puntos donde pondrá énfasis. Finalmente la presión que podrás ejercer tendrá que venir de la calle y no desde el Parlamento.
¿Cómo harás eso siendo un militante comunista de la Nueva Mayoría?
-En el partido hemos dado una gran discusión. Tenemos claro que el único poder que tenemos como izquierda y comunistas es el poder de la calle, de movilización. No hay decisión y no existe la posibilidad de contener a los movimientos sociales. Desde esa lógica siempre el Partido Comunista ha entendido que la única forma de conseguir los objetivos es la lucha. Y eso es el movimiento social en todas sus expresiones; independiente que seamos parte del gobierno. Nosotros pondremos los énfasis de acuerdo a cómo vaya avanzando el proyecto de transformación que la mayoría del país requiere.
El comité central tendrá un pleno para definir si el PC entra o no al gobierno; aunque es una situación que muchos dan por hecho. ¿De qué forma debería entrar el PC y qué aspectos debería resguardar?
-Hoy estamos en una nueva etapa y en esta nueva etapa, toda esta fuerza que hemos construido, que jugamos en la victoria de Michelle Bachelet –y no pensando en el botín, sino en un proyecto para que el pueblo viviera mejor–… Desde ese punto de vista, deberíamos ser parte de un gobierno de la Nueva Mayoría. Ahora, ¿en función de qué es ese gobierno? Tenemos que tener una relación permanente con el pueblo y asumir los desafíos que se vienen. Aún no se ha acordado esa decisión política, pero creo que se debe hacer y es lo que marcará la diferencia en una Nueva Mayoría que está en contradicción, que está en disputa, porque la mayoría no es sólo lo que se conserva, sino que hay que buscar a los miles y millones que están fuera para poder incidir en políticas que beneficien a esa mayoría que nosotros queremos representar y que hoy está recién construyendo sus cimientos.
Al interior del PC, entre las bases, se ha dado la discusión del temor de compartir programa con algunas miradas más liberales, como la de los miembros de Expansiva. ¿Qué opinas respecto a esa fuerza dentro de la Nueva Mayoría?
Nosotros queremos derrotar a los sectores ultraconservadores y neoliberales de la Nueva Mayoría… o liberales, porque para algunas cosas son de mayor avanzada (en términos valóricos); pero en términos económicos, conservadores, porque quieren sostener este modelo. Por eso es tan necesario mantener la fuerza de la calle. Aunque uno sabe que en cuatro años no se va a generar ese cambio ni se va a generar el desmantelamiento del modelo. Eso no lo ha hecho ni Chávez ni Correa ni Dilma ni Mujica.
¿En que aspectos se debería tener una mayor valoración de los temas del PC por sobre estos otros que representan a ese sector “neoliberal” de la Nueva Mayoría?
-Yo creo que hay dos ejes fundamentales. Uno tiene que ver con la reforma tributaria y la educación; y el otro tiene que ver con el rol que les vamos a dar a los trabajadores; una fuerza que hoy está precarizada, sin fortalecimiento del movimiento sindical, fragmentada, dividida, pequeña. Las políticas sociales también son importantes; con respecto a la vivienda digna, el uso del suelo, que no puede estar en manos de las inmobiliarias. La reforma a la ficha CAS. El tema que tiene que ver con los derechos, una nueva Constitución. Es necesario que el 15 de diciembre se exprese la idea de una Asamblea Constituyente, que sea nítido.
Qué te parece la propuesta de Reforma Laboral que está en el programa de Michelle Bachelet?
-Es un paso, pero hay que ponerle mayor acento con respecto a la negociación colectiva, por ejemplo. En el fondo tenemos que ir avanzando hacia una nueva institucionalidad laboral, porque este código no sirve y en eso hay consenso. El tema de Codelco, de cómo fortalecemos… Hay que dar señales claras al país sobre cuál va a ser nuestra política… si va seguir secuestrada por los sectores neoliberales que han intentado privatizarla o queremos fortalecerla como una real empresa del Estado. Hay que tener opinión respecto a eso, más nítida. El proceso de nacionalización puede ser de más largo plazo, pero los otros temas están en lo inmediato, deberían estar gravitando en la segunda vuelta y nosotros tenemos que poner acento en aquello, porque finalmente eso se expresa en el mundo popular. Tenemos que buscar esos énfasis.
Respecto a la Reforma Laboral, el empresariado estaría más dispuesto a ceder plata que poder; por eso su venia es mayor a una Reforma Tributaria que a una Laboral profunda. ¿Cómo se desenreda esa madeja?
-¿Cómo tú decontruyes un poder que hoy es absoluto?… Porque todos pueden presentar sus demandas… ¿Cuánto hemos luchado los trabajadores?… pero poquitos, muy poquitos. Entonces, uno también tiene que contextualizar el país en que está y ahí tenemos que establecer los mecanismos para avanzar con mayor rapidez. Porque, imagínate, con todo lo que se luchó el 2011… se ha avanzado, pero decontruir esto, un cambio de orientación, etcétera, es un proceso más largo.
Agencias Prensa RMP EM AIP PM
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