miércoles, 16 de octubre de 2013
EN SU EBULLICIÓN MÁXIMA EL COLAPSO FINANCIERO DE LOS EE.UU.
Mientras que EE.UU. se está acercando a la suspensión de pagos de su deuda, los bancos centrales del resto del mundo han comenzado sus preparaciones para una nueva época financiera.
En ese proceso tendrán que afrontar muchos factores desconocidos. Una devaluación seria de obligaciones del Tesoro estadounidense, el retraso de pagos y una versión más complicada del 'cierre' del Gobierno federal son las consecuencias más evidentes del desacuerdo entre las mayorías de ambas cámaras del Congreso, si perdura hasta el próximo jueves.
Según una estimación oficial, publicada por el Departamento del Tesoro de EE.UU. la semana pasada, el impacto de un cese de pagos se haría sentir durante más de una generación. Ante todo se frenaría el crecimiento del crédito, el valor del dólar caería en picado, mientras que se dispararían las tasas de interés de EE.UU.
La "onda expansiva", una vez declarada la insolvencia de EE.UU., se extendería a todo el mundo. Incluso el lenguaje del pronóstico oficial lo asemeja a un cuadro del Armagedón según las Santas Escrituras. Los expertos del extranjero son a menudo estilísticamente más moderados, pero sus previsiones no son menos radicales. Así, el exfuncionario del Tesoro de Reino Unido, Neil MacKinnon, dijo a RT en inglés que el 'tango' de la insolvencia estadounidense marca un cambio del paradigma económico global, desde el oeste al este.
Si EE.UU. no actúa pronto, "el dólar irá en declive y su importancia se modificará hacia un sistema monetario multipolar y otras divisas adoptarán más importancia", dijo MacKinnon. En el pasado EE.UU. siempre ha logrado resolver situaciones semejantes con el techo de deuda y el desacuerdo sobre el presupuesto anual, admitió en un discurso en el Parlamento de Reino Unido Jon Cunliffe, quien se desempeñará desde noviembre como vicegobernador del Banco de Inglaterra para la estabilidad financiera.
Sin embargo, dijo, "no es en absoluto una razón para no hacer una planificación de contingencia". A su juicio, el Banco de Inglaterra debería contar con su propio 'plan B', o sea estar preparado para la insolvencia estadounidense. "Espero que lo hagan también actores del sector privado y otros países", agregó Cunliffe, quien percibe el próximo 'default' de EE.UU. como "el riesgo principal para el sistema financiero".
Siguiendo esta misma lógica, el Banco Central Europeo y el Banco Popular de China han llegado a un acuerdo que desplaza ambas entidades más allá de la órbita del dólar. Los dos bancos acordaron un intercambio directo de activos equivalentes a 56.000 millones de dólares en el yuan por un respectivo valor de 60.800 millones de dólares en el euro.
Muchos bancos centrales mantienen sus reservas en los fondos soberanos de inversión. Estas instituciones están también en peligro de deterioro en caso de insolvencia estadounidense, puesto que la mayor parte de sus activos la tienen en dólares. Pese a una economía sólida, China tiene el mayor riesgo, ya que sus inversiones en esos fondos son las más grandes del mundo: se estiman en más de 1,3 billones de dólares.
Agencias Prensa PM RMP AIP RTV
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