La Fundación Abbé Pierre publica este viernes su informe anual en el que pone en evidencia la alarmante crisis que viven los franceses para alojarse.
Unas 3,6 millones de personas carecen de una vivienda que se ajuste a sus necesidades, de las cuales 150.000 duermen en la calle. De los 65,5 millones de habitantes que tiene Francia, unos 10 millones padecen la crisis de la vivienda, señala en su informe anual la fundación Abbé Pierre.
El estudio, que fue entregado el jueves al presidente François Hollande, es alarmante: 685.142 personas carecen de un domicilio personal (133.000 son “sin techo”, 18.142 duermen en residencias sociales, 85.000 en viviendas improvisadas y 411.000 pernoctan en lo de un tercero).
Del informe se desprende además que unas 2,7 millones de personas sufren de condiciones de alojamiento “muy difíciles”, sin confort o con superpoblación. Unas 172.847 personas alquilan viviendas ya amobladas, mientras 71.188 gitanos encuentran problemas para ser acogidos. La suma de estos casos arroja unas 3,6 millones de personas “sin vivienda o alojada en muy malas condiciones”.
A estas 3,6 millones personas con graves problemas de vivienda se añaden los casos de otras 5,1 millones en una “situación gran fragilidad” frente a las dificultades de una copropiedad, una vivienda superpoblada o que enfrenta deudas. De este modo se llega a 8 millones de franceses con problemas para alojarse. La cifra se estira a diez millones, si se añaden las víctimas de precariedad energética, inquilinos que no pueden pagar la renta (1,3 millones), familias amenazadas de expulsión o que esperan una vivienda social (1,1 millones).
Según los autores del informe, las primeras víctimas de la crisis de la vivienda son las mujeres y los niños. “Las situaciones familiares más frágiles no logran encontrar hoy una solución. Es el caso de las familias monoparentales afectadas por las dificultades para alojarse porque sólo cuentan con un salario. En caso de ruptura conyugal han podido encontrarse en una situación muy difícil, de superpoblación o de alojamiento no adaptado.
Le recuerdo que una de cada tres familias monoparentales es pobre en Francia”, advierte Christophe Robert, delegado general adjunto de la Fundación Abbé Pierre. La organización fundada por el abate Pierre pide al Gobierno que tome medidas urgentes y fuertes en materia de vivienda, y que decrete una moratoria una vez que haya pasado el invierno, período en el que las autoridades se abstienen de llevar a cabo expulsiones.
Agencias Prensa AIP LVR RFI RMP
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