Los niños de la Franja de Gaza volvieron este sábado a sus escuelas para encontrar muchas de ellas convertidas en escombros.
Según el Ministerio de Educación, el nivel de daños se aproxima al de la Operación 'Plomo Fundido' en los años 2008-2009.
Los ocho días de los bombardeos israelíes sobre Gaza causaron daños severos a un total de 52 colegios, comunicó el ministro de Educación, Mahmoud Matar. Detalló que algunos de ellos quedaron destruidos como resultado de impactos directos de los cohetes israelíes, mientras que la mayoría fueron dañados por los edificios vecinos al derrumbarse.
Según calcula el ministro, restaurar las escuelas damnificadas durante el conflicto costará unos 4 millones de dólares estadounidenses. Mientras duren las labores de construcción, los niños tendrán clases por la tarde en otras escuelas.
Con todo, el problema no será fácil de resolver. Dado el embargo israelí, Gaza sufre un déficit profundo de materiales de construcción. Además, es una de las sociedades más jóvenes del mundo: más de la mitad de los 1,7 millones de habitantes son menores de 18 años de edad.
Incluso antes de este último conflicto, los expertos de la ONU calculaban que la Franja necesita, al menos, 400 escuelas nuevas para hacer frente al incremento de población. "La destrucción de las casas y los daños a los colegios, calles y otras instalaciones públicas afecta gravemente a los niños y les priva de sus derechos básicos", opinó el pasado jueves la Comisión para los Derechos de la Infancia de la ONU. El impacto "devastador" del conflicto entre Israel y Hamás en los niños a ambos lados de la frontera tendrá "efectos psicológicos a largo plazo", denunció la Comisión.
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