jueves, 1 de octubre de 2009

BEIJING...LA NUEVA CHINA


La nueva China cumple mañana 60 años con más esperanzas que preocupaciones. Los logros de las últimas seis décadas en varios campos sentaron las bases para un rápido desarrollo socio-económico, pronosticado por muchos.


País más poblado del mundo y con 56 etnias, China se convirtió prácticamente de la noche a la mañana en una nación con creciente influencia en la economía mundial y por ende en la arena internacional. Todo a partir de cimientos semicoloniales y semifeudales.


Algunas estadísticas ilustran los avances. Su producto interno bruto creció más del 10 por ciento anualmente en las dos últimas décadas, con lo que el gigante asiático clasifica como una de las locomotoras de la economía mundial.


Mientras, la participación en el comercio internacional pasó de menos del uno por ciento en 1978 a cerca del ocho en la actualidad. El "Made in China" es popular en todas partes.


En el campo financiero, vale recordar que sus reservas de divisas convertibles son las más elevadas en el orbe, en tanto es el mayor acreedor de Estados Unidos.


Todos esos logros se reflejan en indicadores como la lucha contra la pobreza y la reducción de las diferencias entre el campo y la ciudad, en correspondencia con el principio de construir una sociedad estable, armoniosa y moderadamente próspera, apoyada en la ideología de un socialismo con características chinas.


Uno de los datos más recientes en ese sentido se divulgó en ocasión de estos festejos. De 1985 a 2008, la cifra de pobres en las regiones habitadas por minorías étnicas disminuyó de 40 millones a 7.7 millones.


Los éxitos económicos están asociados a otros sectores. Uno de los exponentes del desarrollo científico de este país es su programa espacial.


El primer satélite, el Dongfanghong I, lo lanzó el 24 de abril de 1970. Desde entonces, las noticias en este campo son frecuentes: primer astronauta chino en octubre de 2003, luego otras naves tripuladas, caminata espacial el año pasado y ya se mira a la Luna, para el 2025-30.


Su industria militar, que nació con las armas arrebatadas al enemigo, entrega un armamento que garantiza la seguridad del país como parte de su política de paz y estabilidad en la región. Muchas de esas piezas y equipos serán exhibidos en la Plaza Tiananmen, algunos por primera vez, en ocasión de esta efemérides.


Un país que conoció la hambruna también en poco más de 20 años pasó del silencio a la cima olímpica. La cita estival de los Angeles-1984 registró el primer hito de China en ese tipo de competencia, al ganar dos medallas de oro.


El año pasado organizó los Juegos Olímpicos y el gran acontecimiento fue que los anfitriones desplazaron del primer lugar, con 51 preseas doradas, 21 de plata y 28 de bronces, al puntero tradicional: Estados Unidos.


Tales esfuerzos y avances se realizaron sin abandonar el gran empeño de la reunificación pacífica de la patria, que tiene como resultados concretos la recuperación de la soberanía sobre los territorios de Hong Kong (julio,1997) y Macao (diciembre,1999), bajo el principio de un país, dos sistemas.


Estos progresos socio-económicos y diplomáticos avalan el reconocimiento de China como una parte con gran influencia en las principales temas de la agenda internacional, en la que destacan sus posiciones solidarias con las naciones pobres, con las cuales defiende aspiraciones comunes en el Grupo de los 77 (más de 130 miembros), entre otros foros.


Los vínculos de China con el mundo subdesarrollado incluyen no solo negocios de comercio e inversiones, sino también gestos como la cancelación de los débitos a los países pobres altamente endeudados.


Por estas razones quizás muchos se sumen a las celebraciones con los más de mil 300 millones de chinos que de una forma u otra son los protagonistas de estos éxitos como base del futuro.

Por Luis Melían

Agencias Prensa PL AIP JPMM
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