jueves, 28 de mayo de 2009

ARGENTINA...MILES DE TRABAJADORES EN HUELGA


Decenas de miles de obreros se manifestaron ayer por las calles de Buenos Aires como parte de la huelga nacional que convocó la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

Piquetes en las calles de distintos barrios de la capital argentina y en las carreteras y puentes de acceso, vuelos retrasados, el metro paralizado, las escuelas sin clases y los hospitales con guardias mínimas. Así se hizo sentir la huelga de la CTA, una central obrera menos representativa que la CGT, pero que reúne todos los colores de la izquierda (incluida la de vertiente peronista) y cuenta con fuerte respaldo de los funcionarios y los maestros.


Ante la crisis económica global y su consiguiente impacto local, la CTA pidió al Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner que universalice la paga por hijo (en la actualidad no la percibe el 40% de los trabajadores ilegales), que prohíba los despidos por medio año y que pague el paro a los desempleados que trabajan en la economía sumergida.

En la plaza del Congreso, donde se concentraron los docentes para después marchar hasta el Ayuntamiento de Buenos Aires, el secretario general de la CTA e integrante de ese colectivo, Hugo Yasky, explicó que la huelga era la consecuencia de la "falta de respuesta" del Gobierno de Fernández a las reclamaciones de esa central en demanda de "un modelo distributivo que termine con la desigualdad social".


Durante el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), además de la reducción del paro, se había logrado que la distribución del ingreso mejorara respecto de los penosos niveles que había alcanzado por la crisis de 2002, pero en 2007 y 2008 la evolución se estancó por la subida de la inflación, la pobreza y la indigencia en una economía que todavía crecía con rapidez, según estudios de los investigadores Agustín Salvia, de las universidades de Buenos Aires y Católica Argentina, y Leonardo Gasparini, de la de La Plata. Para colmo, en 2009 la economía roza la recesión y el empleo retrocede. El Ministerio de Trabajo ha creado una subvención para pagar hasta 115 euros de la nómina de 70.000 empleados de empresas en problemas.


Los bloqueos colapsaron el tráfico de Buenos Aires. Por la mañana, los pilotos de la línea aérea Austral (que pertenecía a Marsans hasta su reestatalización, el año pasado) pararon una hora, y al mediodía, el servicio del metro se interrumpió durante dos horas.

Los estudiantes se quedaron sin clases en ocho provincias y en Buenos Aires, donde los maestros exigieron un aumento del presupuesto educativo al alcalde, el conservador Mauricio Macri. También se registraron piquetes en las ciudades de Azul y Olavarría, en la provincia de Buenos Aires. No se atendió al público en las oficinas de la Seguridad Social, en las de atención médica para pensionistas y en los ministerios. Paralizaron sus actividades los obreros de las fábricas de neumáticos y los promotores de los laboratorios.


La CTA también reclamó al Gobierno argentino que le reconociera su personalidad jurídica, una petición que cuenta con el respaldo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y con un fallo de la Corte Suprema de este país a favor de la libertad sindical. Además, pidió un aumento del salario mínimo, que asciende a 238 euros mensuales. El lema de la jornada de protesta fue que la crisis no sea pagada por los trabajadores.


Agencias Prensa EP AIP JPMM

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