Manning Marable, director de estudios afroamericanos de la Universidad de Columbia, de Nueva York, cuya nueva biografía sobre Malcolm X está a punto de salir, comenta la esperanza y la paradoja de una eventual victoria de Obama.¿Cómo lo está viviendo la comunidad negra?
Esta será una victoria absolutamente histórica y va a haber una sensación de euforia para muchos miles de afroamericanos. Y totalmente inesperada.
Lo curioso es que se ha producido una gran movilización electoral a partir de de la nada.
Efectivamente. Ha ocurrido sin una izquierda organizada. La gente tiene vidas económicamente fragmentadas, sin apenas sindicatos. Pese a ello, Obama va a ser presidente. Es extraordinario y requiere explicación.
¿Se puede crear un movimiento de cambio social desde arriba, desde la Casa Blanca?
Hubo debates intensos en la izquierda, sobre todo en el 2007, cuando la campaña de Obama trataba de convencer a gente escéptica como yo, que somos lo que queda de la izquierda, gente del movimiento afroamericano, hispanos, el movimiento sindical. Nos decían que no sólo buscaban votos, sino que trataban de crear un movimiento democrático en favor del cambio social. Y ahora lo apoyamos.
¿Como definiría el proyecto político de Obama?
Obama está intentando construir un nuevo paradigma que le permite ir más allá del new deal de Franklin D. Roosevelt, la Gran Sociedad de Johnson y la triangulación de Clinton. Es menos ideológico y saca ideas del partido republicano. Pero gracias a la crisis financiera hay más posibilidades de un intervencionismo económico estatal. McCain dice que Obama es socialista, lo que es absolutamente ridículo. Pero es progresista. Habrá socialdemócratas en la administración y habrá republicanos también. Será más como la tercera vía de Blair.
¿Qué espera de su programa económico?
Está comprometido con la idea de obras públicas, inversión en tecnología limpia para eliminar la dependencia del petróleo y hacer frente al cambio climático. Es un compromiso a diez años y será un tema principal que puede crear dos millones de puestos de trabajo. Y es muy importante, porque creo que vamos a tener desempleo del 10% o el 11% el año próximo, lo que quiere decir que el paro negro llegará al 20%.
¿Y se verán beneficiados hispanos y afroamericanos que viven en la pobreza?
Bueno, hay una ironía, tienes que tener cuidado con lo que pides porque a veces lo vas a recibir (risas). Martin Luther King en agosto de 1963 pidió en su discurso Tengo un sueño que no nos juzgasen por el color de nuestra piel, sino por el carácter. Entonces sólo había cinco negros en el Congreso. Hoy son 44. Entonces hubo cien afroamericanos elegidos a puestos públicos Ahora son 15.000. Ha sido un crecimiento exponencial de la élite negra.
¿Cuál es la paradoja?
Obama no puede hablar del aspecto étnico de la pobreza. Pero las capas sociales bajas necesitan una voz. Hace falta una izquierda organizada que empuje a la administración Obama desde la izquierda. El presidente estará de acuerdo con estos objetivos, pero si no hay minorías y sindicatos organizados para empujarlo se impondrán las restricciones estructurales de su posición y las presiones desde la derecha acabarán con políticas para combatir la desigualdad. Es decir, que el mismo Obama quiere una izquierda para empujarle hasta allí.
¿Y se puede crear una izquierda desde la Casa Blanca?
Ese es el dilema para Obama.
Agencias Prensa LV AIP PMM
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