El gobierno neoliberal de la presidenta Michelle Bachelet sufrió un severo traspié político por la decisión de Tribunal Constitucional que declaró ilegal un préstamo al BID por 400 millones de dólares destinado a financiar un fracazado plan de transporte de esta capital. La resolución del tribunal, que no puede ser impugnada, fue dada a conocer la noche del martes por su presidente, Juan Colombo, que no dio las razones del rechazo.
Los recursos son indispensables para mantener en funciones el Transantiago, un controvertido y deficitario sistema de transporte público implantado en febrero de 2007 en Santiago. Desde su inicio el plan acumula un déficit de 656 millones de dólares, pero ha sido una fuente de riqueza para los sostenedores del sistema.
El gobierno ha buscado obtener del Congreso la aprobación de subsidios y recursos para sustentar el sistema, lo que se logró dificultosamente en la Cámara de Diputados, pero en el Senado parece improbable que la mayoría pinochetista (UDI-RN) e independientes apruebe esa forma de financiarlo.
Como el sistema, que manejan empresas privadas, pero con respaldo estatal, no se ha financiado, el gobierno ha debido recurrir a organismos fiscales para conseguir los recursos necesarios y así fue como el año pasado obtuvo 160 millones de dólares del BancoEstado y otros 80 millones de dólares de la empresa Metro, que administra el ferrocarril subterráneo.
En mayo consiguió 400 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, destinado a un consorcio o mafia de bancos que administra el Transantiago, pero la oposición ponochetista impugnó la legalidad del empréstito ante el Tribunal Constitucional, aunque la Contraloría de la República lo había aprobado. La derecha sostiene que el crédito debe ser aprobado por el Congreso.
Las encuestas, reflejan un generalizado descontento sobre el sistema de transporte aunque en los últimos meses ha ido superando algunas de sus falencias, pero sin lograr mejorar las frecuencias de los autobuses, que deben implementar las mafias de empresarios privados.
El gobierno no se ha pronunciado sobre la forma en que devolverá el préstamo internacional, parte del cual ya se ha gastado.
El Transantiago ha sido el principal dolor de cabeza para el gobierno neoliberal de dos años y medio de Bachelet, cuya aprobación ha descendido hasta cerca del 40%, según la mayoría de las encuestas, y ha sido uno de los temas en que el pinochetismo ha centrado una fuerte oposición al gobierno Bachelet, que este año ha tenido que encarar además la pérdida del control de ambas cámaras legislativas.
La resolución del Tribunal Constitucional, integrado además por una mayoría de juristas pinochetistas, puso en un verdadero callejón sin salida al gobierno de centro derecha, que se ha resistido a recurrir a un fondo para cubrir emergencias y catástrofes, como demandan la oposición y la coalición gobernante.
Agencias Prensa LV AIP JPMM
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