Como una acción que "cuestiona un poco el país que estamos construyendo" calificó el obispo de Aysén, Luis Infanti, la construcción de centrales hidroeléctricas en la zona austral del país.
"El agua no puede ser un elemento negociable, comercializable porque sería motivo de un nuevo colonialismo, que excluye a una cantidad de personas y beneficia a algunos solamente, más aún si esta agua es de alguna empresa transnacional", señaló en entrevista con medios de prensa nacionales.
Monseñor Infanti dijo que espera hacer llegar a los tres poderes del Estado, y a la propia empresa Hidroaysén, una copia de la carta pastoral en la que crítica que "estamos vendiendo el país".
Según el prelado, la venta del agua "cuestiona un poco el país que estamos construyendo, cuestionan qué política y qué política económica nos está rigiendo, porque estamos vendiendo el país, prácticamente. En Aysén, siento que es una región vendida".
El obispo de Aysén instó a los políticos y a las autoridades "que no sólo piensen en la economía y en la ganancia sino que también en el bien de la gente", y que "necesitamos ver qué piensa y qué cree el pueblo también".
Agencias Prensa LT AIP JPMM
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