El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió el miércoles de manera oficial la salida del embajador estadounidense, Philip Goldberg, de La Paz. Morales había acusado al diplomático de promover la desestabilización y las protestas contra su Gobierno.Philip Goldberg el conspirador (foto).
Argumentó que Goldberg, entre 1994 y 1996, trabajó como "jefe de oficinas del Departamento de Estado para Bosnia durante la guerra separatista de los Balcanes" y luego entre 2004 y 2006 fue jefe de misión en Prístina, Kosovo, y "allí consolidó la separación o independencia de esa región dejando miles de muertos".
"El embajador de Estados Unidos está conspirando contra la democracia y quiere que Bolivia se rompa", ha dicho Evo Morales durante un discurso pronunciado en el palacio presidencial de la Paz, y ha añadido: "Sin miedo a nadie, sin miedo al Imperio. Hoy día delante de ustedes, delante del pueblo boliviano, declaro al señor Goldberg, embajador de EEUU, persona no grata". Además, el mandatario boliviano ha pedido a su ministro de Asuntos Exteriores el envío de una carta a la embajada estadounidense para exigir el "regreso urgente" de Goldberg a su país.
Este anuncio se produce en un momento en el que Bolivia se ha visto forzada a reducir las exportaciones de gas a Brasil, después de que terroristas de extrema derecha contrarios al Gobierno dañasen un gasoducto, y un día más tarde de la irrupción de una ola de neofacistas en edificios públicos de la ciudad de Santa Cruz, uno de los reductos de la oposición a Morales. Las sospechas de Morales se dirigen al encuentro entre el gobernador de Santa Cruz, Ruben Costas, y el embajador estadounidense el pasado mes de agosto.
El gobernante anunció que llegó "la hora de defender la democracia" y convocó a las organizaciones sociales a movilizarse con ese propósito, frente a la extrema derecha, la reacción y el fascismo que están desplegando una serie de acciones violentas y terroristas con el propósito de terminar con el gobierno de Evo Morales. La conspiración abierta y encubierta del Imperio, las trasnacionales y la oligarquía económica y financiera, ha encontrado sus mejores aliados en la casta empresarial de Santa Cruz y otras regiones con el objeto de poner termino al proceso de cambios que vive el país.
Thomas Shannon, secretario de Estado adjunto para Latinoamérica, ha calificado como "lamentable" el anuncio de la explusión del embajador de su país en Bolivia. "Nos hemos enterado por los informes de prensa y ahora trabajamos para confirmar la noticia", ha explicado el portavoz del departamento de Estado estadounidense, Heide Bronke, quien ha señalado, además, que el Gobierno de su país aún no ha adoptado una posición al respecto.
Agencias Prensa EP AIP JPMM
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