Pocos días después de que catorce paramilitares colombianos fueran extraditados a Estados Unidos por delitos de narcotrático -entre ellos Salvatore Mancuso y «Macaco»- un militar reveló que el Ejército colombiano participó junto a los paramilitares en la matanza de San José de Apartadó. En ese brutal ataque perpetrado en febrero de 2005 murieron degollados ocho civiles, entre ellos tres niños. El capitán Guillermo Armando Gordillo confesó ante la Justicia que más de cien militares y cincuenta paramilitares del bloque Héroes de Tolová de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (UCCU), al mando de «Don Berna», patrullaron conjuntamente la zona. El capitán Gordillo reclamó hace diez días su salida del Batallón de Artillería, en el sur de Bogotá, donde permanecía recluido desde hacía seis meses, y que llamaran a su abogado, según informó ayer el diario «El Tiempo». Aunque Gordillo había optado por permanecer en silencio desde noviembre de 2007, cuando la Fiscalía ordenó su captura por su presunta participación en la matanza, luego se mostró dispuesto a confesar lo que realmente sucedió ese 21 de febrero de 2005. «Estoy contando los hechos como sucedieron para que me sea tenido en cuenta el beneficio por colaboración», dijo.
Ese día, según el testimonio de Gordillo, el patrullaje junto a los paramilitares fue hecho por miembros de las compañías Bolívar y Anzóategui, del Batallón Vélez, y la compañía Alacrán, del Batallón 33, todos adscritos a la Brigada 17. Es más, con voz pausada, aseguró a un fiscal de derechos humanos que la operación se había pactado «hacía rato, desde arriba con mandos superiores» y que ésta involucró a un general, a un coronel y a un mayor que hasta ahora no habían sido ni siquiera mencionados en el expediente y que serán requeridos en las próximas semanas.
La Fiscalía intentará determinar ahora si realmente el alto mando de la Brigada 17 conocía de los nexos de sus hombres con los paramilitares, como afirmó Gordillo, o si se trataba de decisiones individuales y secretas. El capitán explicó a la Fiscalía cómo se dividieron las tropas legales e ilegales ese día y cómo empezaron a caer los pobladores, incluidos tres menores: Natalia, de 5 años; Santiago de 2; y Andrés, de 11 años, degollados con machetes.
La prensa local colombiana también se refirió ayer al asesinato del paramilitar desmovilizado José Raúl Mira Vélez, ocurrido este sábado, días antes de que declarara en varias investigaciones relacionadas con la «parapolítica» (nexos entre políticos y paramilitares). Mira Vélez, que fue integrante del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fue asesinado en Bogotá a pesar de formar parte del programa de protección de testigos de la Fiscalía. Su testimonio habría sido clave en la condena al ex gobernador del departamento del Meta Edilberto Castro.
Agencias ABC ET AIP JPMM
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