El luto y la consternación no se borra del espíritu sindical. El alevoso crimen de la dirigente Altagracia Fuentes, ocurrida el pasado 24 de abril en la zona norte del país, ha causado gran consternación en los diferentes sectores de la sociedad y en el mundo sincical latinoamericano. El cuerpo sin vida de Fuentes llegó a las 8:00 de la mañana de ayer a la sede de la Federación Central de Sindicatos Libres de Honduras (Fecesitlih), con procedencia de San Pedro Sula.
Ahí, las diferentes organizaciones sindicales rindieron tributo a la mujer que por más de dos décadas representó dignamente a la clase trabajadora en diferentes eventos nacionales e internacionales. A las 12:00 del mediodía, los restos mortales fueron trasladados a la Basílica de Suyapa, donde se celebró una misa de cuerpo presente.
Una hora y media más tarde, los restos de Altagracia Fuentes fueron trasladada a la funeraria La Auxiliadora, donde políticos, sindicalistas, familiares y amigos de la extinta le dieron el último adiós. A las cuatro de la mañana de hoy, los restos mortales serán trasladados a la ciudad de San Pedro Sula y mañana se llevará a cabo el sepelio en el cementerio de la comunidad de Cuyamelito, Cortés.
El crimen de la dirigenta sindical ocurrió a la medianoche del pasado miércoles, cuando se conducía en su vehículo junto a la también sindicalista Virginia García y el conductor Juan Aceituno. Cuatro sujetos con pasamontañas dispararon en su contra.
Según las últimas pesquisas que realizan los agentes de investigación de la Unidad de Muertes contra la Mujeres de la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC) y la Unidad de Muertes Violentas contra las Mujeres del Ministerio Público, el hecho sangriento está relacionado con el quehacer de la dirigente.
Los dirigentes dieron como referencia que ella fue alertada por varios sindicatos que algunos empresarios, sobre todo extranjeros, a finales del año pasado, habrían contratado a unos “matones a sueldo” para enfrentar a los dirigentes sindicales.
La dirigente mantenía una lucha permanente con los empleadores de varias empresas, debido a que siempre estuvieron violentando los derechos laborales de los trabajadores.
Cuando los dirigentes sindicales del sector norte se sentían impotentes para resolver los problemas de las bases, acudían a la máxima dirigente y ella siempre atendía esos llamados.
Hasta la fecha no se han querido proporcionar mayores detalles de las investigaciones, pero según Edgardo Gallegos, jefe de la Dirección General de Investigación Criminal de San Pedro Sula, se manejan seis hipótesis del crimen. También se informó que dos fiscales más han sido incorporados a las investigaciones. En total son cuatro de los que llevan el caso.
El asesinato ha dado la vuelta al mundo. Desde Sau Paulo, Brasil, la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas (CSA), expresión continental de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que en la región representa a más de 50 millones de trabajadores, expresó su consternación y profunda condena por el asesinato de Rosa Altagracia Fuentes y de sus dos acompañantes.
La CSI y CSA, bajo la dirección del Secretario general Víctor Báez Mosqueira, ante este triple asesinato exige una actuación inmediata de la presidencia de la República, Secretaría de Gobernación y Justicia y demás instituciones de Honduras para que se establezca el móvil de los asesinatos e indagar para establecer las responsabilidades materiales e intelectuales de los crímenes y castigar severamente a los responsables.
Agencias EH AIP JPMM
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