Hombres sobre cubierta, un documental sobre el viaje, casi iniciático, realizado –entre septiembre de 1969 y enero de 1970– por el trovador cubano Silvio Rodríguez a bordo del barco pesquero Playa Girón, se estrena hoy viernes en Guatemala en los cines Miraflores y Magic Place. El filme está dirigido por el cineasta guatemalteco Alejandro Ramírez Anderson y el cubano Ernesto Pérez Zambrano. En esta entrevista Ramírez habla sobre esta película, el documental en general y sus proyectos futuros.¿Qué cuenta “Hombres sobre cubierta”?
– Mira, el documental trata sobre los cuatro meses en los que Silvio se embarcó en el motopesquero Playa Girón, un barco de la flota cubana de pesca. Desde finales del 69 a principios del 70. Fue una etapa que lo marcó en diferentes aspectos, tanto en el sentido personal como artístico, y el proyecto significó, para el trovador, un reencuentro con personas con las que había compartido ese momento 36 años atrás.
¿Qué tipo de historias te interesa documentar?
– Normalmente son problemáticas del ser humano: sociales, antropológicas, tal vez alguna cosa histórica, pero más vinculada a los procesos sociales en los que se encontraba esa historia. Sobre todo me interesa el ser humano. Guatemala, por ejemplo, es un país muy complejo. No lo conozco a profundidad pero he tenido la oportunidad de estar aquí antes, de viajar por él y creo que cada día vez cosas que pueden ser un documental. Guatemala es un hervidero de temas e historias de “los otros”, de los que no se hacen ver. Pienso que quien se dedique al documental en este país va a tener temas para toda la vida.
¿Cuál es la función del documental?
– Yo creo que debe dejar escrita nuestra historia. Tenemos una responsabilidad como historiadores de nuestra época, ya que vivimos en una era donde predomina la imagen y donde los medios de comunicación oficiales muchas veces no cuentan todas las verdades, ya que hay muchas verdades, y ellos se enfocan únicamente en la suya. Pero hay mucha gente que tiene otras verdades qué contar. Y ahí están las responsabilidades del documentalista, dejar constancia de cómo pensaba la otra parte, los “otros” de los que hablaba, en nuestra época. Por lo mismo, creo que nunca voy a hacer un documental para televisión porque te impone el punto de vista de la televisora, o alguna corporación, o algún gran medio de comunicación que responda a sus propios intereses. El documental es una obra artística y por lo mismo debe tener el sello único y subjetivo del autor.
¿Cuál es tu siguiente proyecto?
– Son varios. El primero ya se filmó, en Cuba, y está en post-producción. Es sobre la escuela de una comunidad difícil de acceder. Una escuela como las otras en la isla, con la diferencia que, aparte de estar metida entre la montaña (hay que caminar seis horas para llegar) solo tiene una alumna. En ese lugar, por supuesto, no hay electricidad, pero la escuela cuenta con su propio panel solar, televisor, máquina de video y computadora. La niña es la única de edad escolar que vive en esa comunidad.
Me parece que hay pocos ejemplos en el mundo de un Estado que se preocupe tanto por la educación de todos los niños. Como dato te digo que no es la única escuela, en Cuba en estos momentos hay 52 escuelas con un solo alumno, similares a esa. También estoy rodando un documental aquí, en Guatemala, sobre mujeres de diferentes edades y sectores sociales que han entregado su vida a la lucha y los tabúes con que la sociedad las ha visto por ser, de alguna manera, mujeres rebeldes. Hablo de la lucha en diferentes ámbitos, desde la armada, hasta la que busca la reivindicación por los derechos de la mujer.
Agencias Alejandro de León EP AIP JPMM
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