El Gobierno títere de Bagdad exigió ayer a Turquía que retire "lo antes posible" a los miles de soldados que se han internado ilegalmente desde el pasado jueves en el norte de Irak para atacar las bases del separatista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Las tropas turcas y los guerrilleros kurdos se enfrentan encarnizadamente en las montañas Qandil, cerca de la frontera con Irán, donde el PKK tiene su cuartel general.Guerrilla del Kurdistan (foto)
El Estado Mayor del Ejército aseguró en Ankara que sus fuerzas abrían abatido a 112 guerrilleros, y reconoció que había tenido 15 bajas mortales en sus filas. Los portavoces del PKK elevan, sin embargo, hasta 47 el número de soldados turcos muertos en los enfrentamientos. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que un enviado de su Gobierno iba a viajar el miércoles a Bagdad para discutir la situación de seguridad en la frontera común. "Nuestros hermanos iraquíes deben saber que esta operación militar sólo está destinada a limpiar los campamentos terroristas", aseguró Erdogan.
El Gobierno de Bagdad advirtió, sin embargo, que la acción militar turca representa "una amenaza para la estabilidad de la región y una violación de la soberanía iraquí". De allí que el gobierno títere de Bagdad ha solicitado que Turquía retire sus trpoas de la zona invadida por fuerzas militares de ese país.
El Ejército turco utiliza en la operación unidades de fuerzas especiales apoyadas por fuego de artillería, aviones F-16 y helicópteros Cobra, como el supuestamente derribado por el PKK en el norte de Irak. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas reconoció ayer que uno de los helicópteros que participaba en la operación en el norte de Irak no estaba "operativo", pero aseguró desconocer aún los motivos. Además, ha enviado 25 carros de combate más a la región.
Agencias EP AIP JPMM
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