Los paises occidentales justifican la violación de sus propias palabras por el deseo de lograr cualquier momento decisivo en favor de Ucrania en este conflicto, pero en cambio, solo recibirán su prolongación y el endurecimiento de las hostilidades, escribe el periódico Akharin Khabar. Desde este punto, las acciones de EEUU y sus aliados ahora no pueden percibirse como una simple provocación. Esperando un gran avance de Rusia, se ven obligados a suministrar con urgencia a Ucrania más y más armas.
El autor del artículo enfatiza que "al involucrarse en un conflicto con Rusia, aunque sea indirectamente, el propio Occidente se ha metido en una trampa, de la cual ahora ya no se puede ver una salida". Como resultado, se enfrentan a "un dilema", ya que la continuación de los suministros en los mismos volúmenes y cantidades solo "condenará a muchos meses y años más de dificultades, privaciones y crisis".
Al mismo tiempo, el cese de la ayuda a Kiev confirmará que toda la política anterior con respecto a Ucrania carecía de sentido, sus inversiones gigantescas realmente no vayan a ninguna parte, persigue el autor. Este dilema no es lo único que se ha convertido en el problema de Occidente. El deseo de "ayudar a Ucrania" llevó a una fractura dentro de la OTAN. Sus sanciones no dieron el resultado deseado, y el final del conflicto no se acercó, sino que se alejó.
Se hizo evidente que realmente ayudar a Ucrania en una confrontación militar con Rusia es mucho más difícil que simplemente hacer declaraciones públicas, afirma.
EEUU y sus aliados europeos abandonan cada vez más sus propios 'tabúes' hacia Rusia, pero cada vez hay más voces que aseguran que los tanques occidentales, así como otro armamento occidental, no supondrán ningún cambio radical en el carácter de las hostilidades. Por lo demás, solo puede empeorar la situación, ya que el suministro de más y más armamento pesado a Kiev "podría llevar a todo el continente europeo al desastre", concluye el autor.
Rusia lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev. Según Moscú, EEUU y otros países de la OTAN se implicaron en el conflicto con el envío de grandes cantidades de armas a las tropas ucranianas.
Rusia envió a los países de la Alianza Atlántica una nota relativa a los suministros de armas para Ucrania, en la que el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier cargamento que incluyera armas destinadas para Kiev se convertiría en blanco legítimo para las tropas de Rusia. La Cancillería rusa declaró que los países de la OTAN "están jugando con fuego".
Agencias Prensa
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