Es decir, el costo de la vida llega al nivel en que las compras diarias, básicas son solventadas por medio del "plástico". Tarjetas. Nuestro país sigue siendo de una economía sana. Mientras en la región, países como Argentina y Brasil sufren daños colaterales de la crisis económica internacional, Chile vio perjudicado su nivel de crecimiento. Pero aún así, está muy lejos de caer en recesión o de tener cifras negativas. Es decir, está en momentos de "vacas diet", como dijo el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, que en otras palabras más directas es la hora de apretarse el cinturón.
Responsable: el empresariado
El nivel de desigualdad es abismante y tiene causas. Para el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Nolberto Díaz, la semilla de la enfermedad es el empresariado, el mismo que dificulta el avance de las reformas laboral y tributaria. "Los responsables de que en Chile la gente tenga sueldos miserables es sin duda de quien da empleo, el empresariado, que se opone a toda reforma laboral que busca generar un equilibrio para que las utilidades se repartan entre todos aquellos que hacen que se construya riqueza en el país. No son los dueños de las empresas, son los trabajadores que levantan las industrias y lo que reciben son sueldos miserables y sin la posibilidad de generar un sindicato para defenderse", disparó Díaz.
El dirigente también reconoce que el problema es viejo, pero que sólo hoy se están tomando acciones, como las reformas laboral y tributaria. Ante ello, dice que "la deuda que hay que pagar es muy grande. Chile es uno con los mejores per cápita en América Latina, uno de los pocos dentro de la OCDE y considerada una de las 32 economías más fuertes del mundo, pero la riqueza se reparte muy mal. Hay un grupo pequeño de chilenos que tiene mucho dinero, y otro grande que vive con sueldos miserables". "Lo que hay que hacer en Chile no es buscar plata afuera, sino repartir la que está dentro de otra manera y eso se hace con sindicatos y negociación colectiva. Chile es un país rico", concluyó.
Complejo, pero no imposible
El problema es innegable para el diputado tributarista, Pablo Lorenzini (DC). Chile es un país cuyos habitantes, para vivir, deben endeudarse. A visión del parlamentario, la principal causa de esto, pero no la única, es el bajo nivel de educación económica de los chilenos. "Somos los más endeudados del mundo, ese es otro dato OCDE", dice el diputado. "Hay que educar y enseñar a la gente lo que significa el financiamiento. No cachan las tasas de intereses y las posibilidades. No es de llegar y usar. Se ve más en el adulto mayor y que no tiene información de los conceptos", agregó. La realidad es que nuestro país vive en un sistema bajo una moneda "crediticia".
El comercio se mueve en torno a la actividad de las tarjetas de plástico y en el último tiempo, se da el fenómeno de un aumento del consumo con los préstamos de supermercados. Con esto el diputado Lorenzini reconoce que el presupuesto 2016 es estrecho y que refleja que Chile pasa por un momento complejo, estable, pero no austero. Pensando en eso, el parlamentario ve difícil que se puedan negociar modificaciones sobre variaciones en el sueldo mínimo o la tasa del Banco Central.
"Con el presupuesto está complicado pelear pesitos para otras aéreas. Por el momento al menos, no tengo expectativas de aumentos significativos de sueldos o pensiones en los próximos años. Lo que sí podemos hacer es ver alternativas de cómo cuidar la plata y de dónde. Por ejemplo, que el Banco Estado dé otros accesos y con tasas más bajas... pero es complicado, se meten las bancas y las AFP", explicó. "La OCDE dice que este endeudamiento lo que hace es generar más desigualdad, en que el que gana más tiene para manejarse y el que no, paga intereses, comisiones, más grande hace la brecha, porque le cuesta comer, trasladarse...", concluyó.
Fuente: Agencias Prensa PI RMP PM C21 AIP
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