martes, 14 de septiembre de 2010

CINE: OLIVER STONE Y WALL STRETT 2

Pocas personas personifican el lado popular y populista de Wall Street mejor que el director de cine Oliver Stone. La semana que viene, Stone estrena la segunda parte del film con el que en 1987 retrató los excesos y la avaricia del corazón financiero del mundo. Y salvando las distancias de dos décadas, poco parece haber cambiado desde entonces.


Dos años después de que la crisis alcanzara su máximo esplendor, EEUU y el resto del mundo está todavía lidiando con las secuelas de una etapa que resulta sospechosamente parecida a la que reflejó la cinta de Stone hace dos décadas, encarnada en Gordon Gekko, el tiburón financiero sin escrúpulos al que dio vida Michael Douglas.Gekko vuelve a un Wall Street muy distinto en la nueva cinta de Oliver Stone.


"Mira, Wall Street se ha vuelto loco. Es banca cebada con esteroides. Las entidades ya no son lo que fueron. Cuando yo era niño, tenías una cuenta corriente, ganabas un 3 o 4%. Ahora no ganas nada y Goldman Sachs se ha convertido en un holding de bancos", explica el director de cine, cuyo propio padre trabajó como broker, a la CNBC.


Una visión que gana adeptos


Puede que las ideas de Stone sobre la malvada Wall Street resulten radicales, que algunos afirmen que es "un comunista o un liberal, que es aún peor", en palabras de él mismo, pero lo cierto es que su visión está cada vez más extendida entre la población no sólo estadounidense, sino de todo el mundo, independientemente de afiliaciones políticas o ideológicas.


Por eso, pese a que se habló de la posibilidad de que hubiera una segunda parte prácticamente desde el estreno de la primera en los años 80, Stone no lo vio apropiado hasta el año 2007, cuando comenzaron los primeros compases de la hecatombe financiera en la que lleva el mundo sumido tres años.


Sin embargo, el escenario económico no es más que un telón de fondo para una historia que, tal como afirma Stone en la entrevista concedida a la cadena estadounidense, "habla de la confianza, el amor, la avaricia, la traición".

Inspiración en la banca real


Eso sí, muchos banqueros reales le ayudaron a la hora de buscar inspiración para la construcción de los personajes. Por ejemplo, el director ejecutivo de un gran banco que rescata una empresa en quiebra, y al que interpreta Josh Brolin, tiene algo de Robert Rubin, antiguo presidente de Citigroup, según el propio director de cine.


Igual que el consejero delegado de la firma en bancarrota, al que da vida Frank Langella, que en parte está inspirado por James Cayne, de Bear Stearns.


Buscando el equilibrio


Pese a sus propias ideas, Stone asegura que ha intentado ofrecer una visión más equilibrada de la industria bancaria. "Hay bolsas mezcladas, tal como dice Gekko al final de la película: 'Todos somos bolsas mezcladas. Los humanos somos una mezcla. Buenos y malos".


El director concluye así que es "una tontería simplificar diciendo que Wall Street es el mal. Bueno, quizá Goldman Sachs sí lo sea", bromea, antes de aclarar que "mucha de la gente que conozco y trabaja en Wall Street son buenas personas. Como mi padre. A él le hubiera encantado hacer dinero, está claro, pero también hubiera querido hacer algo bueno por la sociedad".


Agencias Prensa EE AIP JPMM

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