En su discurso con motivo de la Navidad ofrecido el lunes ante cardenales, obispos y curas, el papa argentino ha criticado las fallas e inmoralidades que existe en la Iglesia católica. "Una Curia que no hace autocrítica y no se actualiza y no intenta mejorar es un cuerpo enfermo", ha recalcado el pontífice durante su mensaje de veinte minutos que hizo sorprender a más de un alto funcionario de la Santa Sede.
En otra parte de sus declaraciones ha aludido indirectamente a los escándalos sexuales y financieros cometidos por miembros de la Iglesia y ha lamentado las malas consecuencias de estas acciones. Para el papa, la primera enfermedad que sufren los cristianos es "sentirse inmortal, insustituible y sin defectos" y, la segunda, el "exceso de trabajo".
La "petrificación mental y espiritual", el "exceso de planificación y funcionalismo", el "Alzheimer espiritual" que conduce a olvidar el fervor inicial, la "rivalidad", "la enfermedad de la indiferencia hacia los demás" y "divinizar a los jefes" se encuentran en la lista de otros problemas enlistados por el jefe de la Iglesia católica.
Al final de su alocución, ha exhortado a aquellos "con corazón de piedra y cuello duro" y a los "contadores que enjaulan el Espíritu Santo" a curar sus males y ha pedido perdón por estos escándalos. Desde que asumió el cargo en marzo de 2013, Francisco ha abogado por una profunda reforma de la Curia que ha generado muchas inquietudes entre los opositores internos.
Agencias Prensa HSPTV AIP PI RMP PM
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