Ni las diferencias ni los pesimistas augurios tuvieron ayer cabida en la clausura de la XXXIV cumbre semestral del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Dejando a un lado los disensos, los presidentes de los países que integran el bloque regional enviaron ayer desde Montevideo, Uruguay, una poderosa señal de unidad, que incluyó una clara apuesta por el potencial regional, la pronta incorporación de Venezuela como miembro pleno y un severo rechazo a la "injerencia" malintencionada estadounidense.
La cumbre congregó a casi toda la flor y nata de los gobernantes sudamericanos, entre ellos todos los líderes de los países miembros plenos: los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Paraguay, Nicanor Duarte, y de Uruguay, Tabaré Vázquez.
La cita también se vio engalanada con la presencia del Jefe de Estado venezolano Hugo Chávez, cuyo país aspira a convertirse en el quinto miembro pleno del bloque regional, y los mandatarios de Chile, Michelle Bachelet, y Bolivia, Evo Morales, dos de los Estados asociados del Mercosur.
Como síntoma del optimismo que comunicarían después los mandatarios, la cumbre estuvo precedida por la firma de un Tratado de Libre Comercio del Mercosur con Israel, el primero suscrito por el bloque con un tercer país.
En una cumbre que algunos esperaban que fuese tensa por las críticas de algunos países a la lentitud del proceso de integración y la asimetrías entre economías grandes y chicas, entre otros factores, los presidentes manejaron con tranquilidad el futuro del Mercosur.
Al término de la cita, Vázquez entregó el relevo en la presidencia pro témpore del Mercosur a su homóloga de Argentina, que lleva sólo una semana en el poder y quien se convirtió en la auténtica estrella de la reunión.
En su discurso de apertura de su mandato de la unión aduanera sudamericana, Fernández arremetió de severa forma contra la injerencia externa en la región, en velada referencia a Estados Unidos, desde donde se ha señalado que un maletín con 800.000 dólares interceptado en agosto en Buenos Aires a un empresario venezolano estaba dirigido a pagar su campaña electoral.
"Muchas veces vamos a sufrir, como lo estamos sufriendo interferencias, por llamarlo de algún modo generosos en términos diplomáticos", afirmó la Mandataria, la primera mujer que asume la presidencia del Mercosur.
La Presidenta argentina aseguró que el Mercosur no se dejará "doblegar" por esas "interferencias" políticas y "operaciones sucias" montadas "desde el exterior". En esta perspectiva, aseveró que las intromisiones vienen de quienes "sólo quieren países empleados y subordinados y no entienden la política de amistad que sí entendemos en Latinoamérica".
"No nos van a doblegar. Vamos a seguir luchando por la profundización de este Mercosur, vamos a seguir abogando por un mundo multipolar (...) Fuerza Latinoamérica", afirmó Fernández.
La gobernante argentina apuntó que los principales objetivos de sus seis meses de gestión serán promover los acuerdos para superar las asimetrías y lograr un código aduanero común. Asimismo, se comprometió a concretar la adhesión plena de Venezuela al bloque, que está pendiente ante la falta de aprobación de su protocolo de adhesión por los congresos de Brasil y Paraguay.
Agencias LN AIP JPMM
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